Page 481 - Egipto Tomo 1

EL CAIRO 399
de Dios, que ha bebido el espirituoso licor del amor divino, confundiéndose con ello su
individualidad corporal con la de su celestial amado. Generalmente, junto á la tumba del
jeque Ornar, recítanse estrofas de este inspirado poema, que producen en los asistentes
verdaderos arrebatos de entusiasmo, dando lugar á esos zikr, de que tenemos hecha men-
ción, y sobre los cuales todavía diremos algo más adelante.
Largo espacio hemos consagrado á las ruinas y á las tumbas: la verdad es que el asunto
lo merecía; mas puesto que hemos concedido al Cairo antiguo toda la consideración que exige
su importancia ocupémonos ya de la ciudad moderna y rejuvenecida, de sus habitantes y de
,
la familia real que, mediante el concurso de pilotos extranjeros, no sólo ha evitado el total
naufragio del Egipto, sino que lo ha elevado y puesto en condiciones favorables para la
realización de los más elevados destinos.