Page 79 - Egipto Tomo 1
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ALEJANDRIA MODERNA
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Los que usan el primero jamás se lo quitan de la cabeza, ni aun para saludar; pues en
lugar de dejar la calva al descubierto para semejante menester, dirigen al conocido un
saludo levantando un poco la mano derecha.
mácense las. flores y las plumas en los
Cruje la seda, brillan el oro y los diamantes y
sitios en que se exhiben al público las bellas alejandrinas. Ni faltan entre ellas algunas
cuyos maridos, sin mavor inconveniente, pueden encargar á París los ricos trajes que
lucen sus esposas; á Viena ó
á Milán los lujosos coches en
que pasean , y aun tomar palco
para asistir á las funciones de
ópera italiana que se dan en
el teatro Zizinia. La verdad es
que la guerra de América creó
aquí fortunas inmensas pero
,
hov mismo el comercio marí-
timo proporciona pingües
beneficios á los entendidos
comerciantes que aquí residen,
como lo prueba el hecho de
haber visitado el puerto de
Alejandría en estos últimos
años, nada menos que tres mil
buques, por término medio.
La exportación de una mercan-
cía, relativamente nueva, el
algodón, constituye una de las
bases más importantes del
comercio, y no lo son ménos
las operaciones de banca lleva-
das á cabo por las sociedades
SAIS EL ANDARIN los particulares. El mísero
y
huerfanillo ha reconquistado su perdida riqueza, y el bienestar que hoy experimenta,
proviene principalmente de los manantiales que llenaron el tesoro de sus antepasados.
En este mercado, totalmente desprovisto en tiempo de Norden, encuéntrase al presente
cuanto puede apetecer el más exigente europeo y el oriental más sibarítico. Los vendedores
verduras son por punto general de procedencia egipcia: en cambio entre los
de frutas y
condiciones, no faltando una
compradores distínguense no pocos europeos de todas clases y
que otra ama de casa, elegante y rica, de blanca y rosada tez, á la cual sigue como
siniestra sombra , su criado más negro que el mismísimo ébano.