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12                              ARQUEOLOGIA IBEROAMERICANA 4 (2009)                      ISSN 1989–4104

                                                                En ocasiones, se aprecia material óseo humano mez-
                                                              clado en el segmento en que se concentran las capas de
                                                              cenizas y conchas, sobre todo en los límites estratigráfi-
                                                              cos (ver figs. 3A, 5A y 6). Ello, en primer lugar, respon-
                                                              de «… al movimiento vertical de los sedimentos acumu-
                                                              lados…» (Rodríguez et al. 2006) así como a los propios
                                                              procesos de descomposición del cadáver desencadena-
                                                              dos a partir de los factores intrínsecos y extrínsecos, que
                                                              actúan en combinación con los mecanismos de altera-
                                                              ción tafonómica e inciden, finalmente, en el estado de
                                                              preservación.
                                                                Dentro de los factores de modificación tafonómica in-
                                                              trínsecos, podemos mencionar la edad, el sexo y proba-
                                                              bles paleopatologías en los individuos (Rivero 2002, Sto-
         Fig. 5A. Depósito múltiple simultáneo o tipo IIIa. E-4 (66) y E-5 del  janowski et al. 2002) como importante marcador de re-
         2006. Nótese la concentración de cenizas como parte de los restos de  sistencia y durabilidad de los restos óseos (parámetros
         un fogón.
                                                              de la estructura y composición ósea). También podemos
                                                              mencionar los procesos de descomposición del cadáver
         óseos humanos hacia la pared de la formación rocosa (Ro-  en función del tipo de espacio que ocupa y la posición
         dríguez 2007). Durante el proceso de excavación, tam-  anatómica.
         bién se pudieron observar cortes en la estratigrafía (ver  El hundimiento de la caja torácica, con la pérdida de
         fig. 2A) que responden a calas furtivas para la posible  las partes blandas del organismo, provoca desplazamien-
         extracción de material óseo u otros elementos.       tos proporcionales al «… agente tafonómico más univer-
            La irradiación del calor para estos niveles superficia-  sal de todos: la ley de la gravitación terrestre» (Duday
         les puede estar relacionada con los factores antes men-  1997). Esto hace que se desplacen las piezas óseas en la
         cionados. No podemos descartar que cualquier otro gru-  medida en que empiecen a ceder las articulaciones lábi-
                                                                                5
         po humano que desconociera el carácter funerario de tal  les y las persistentes posteriormente para ocupar la po-
         área pudiese haber realizado alguna actividad relaciona-  sición en que son halladas actualmente. Otro aspecto im-
         da con la elaboración de alimentos o la utilización del  portante es la propia acción del enterramiento: los gru-
         fuego en general, pero no de manera intensa ni extensiva  pos que utilizaron las capas más tardías del segmento S1
         para toda la superficie que comprende este segmento. En  como espacio sepulcral, llegaron hasta los límites del seg-
         este análisis también entran las sociedades actuales, lo  mento S2 durante la abertura de las fosas, provocando la
         que nos hace tener una mezcla de factores en intervalos  remoción del sustrato y la mezcla de los restos, como se
         de tiempo diferentes y, por ende, puede conducir a la  aprecia en las figuras citadas.
         imprecisión de cualquier inferencia.                   Para el caso de los depósitos o enterramientos —del
                                                              tipo que sean— en cualquiera de las posiciones anatómi-
                                                              cas descritas para el sitio, durante el proceso gradual de
                                                              la descomposición ocurre además que las piezas libera-
                                                              das entran en un período de inestabilidad, las cuales en-
                                                              cuentran reposo en los espacios estrechos y cerrados que
                                                              el sustrato no pudo ocupar, ocurriendo el denominado
                                                              «efecto de pared» (Duday 1997). Este efecto es el res-
                                                              ponsable de la apariencia de la posición original del cuer-
                                                              po desde el momento de su deposición. Las variaciones
                                                              en las posiciones particulares de las piezas óseas (des-
                                                              plazamientos, buzamiento, orientación, entre otros aspec-


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                                                                  Duday (1997) utiliza el criterio de articulaciones lábiles y per-
                                                              sistentes para la determinación del tipo de sepultura o depósito así
                                                              como el tiempo transcurrido después del deceso. Para nuestro caso,
                                                              el uso de los términos y sus definiciones está en función de la dispo-
                                                              sición anatómica que queda, en dependencia del contexto y dinámica
         Fig. 5B. Depósitos sucesivos o tipo IIIb (E-3, E-4 y E-5 de 2007).  de cada depósito, de lo que fueron las articulaciones mencionadas.
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