Page 636 - Santa Biblia
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2 REYES 4:24–40 622
hoy? No es luna nueva ni día de a Eliseo y le dijo: El niño no
reposo. Y ella respondió: Paz. despierta.
24 Después hizo ensillar el asna, 32 Cuando llegó Eliseo a la casa,
y dijo al criado: Guía y adelante, he aquí el niño estaba muerto,
y no te detengas en el camino por tendido sobre su cama.
mí, sino cuando yo te lo diga. 33 Entonces él entró, y cerró la
25 Se fue, pues, y llegó al hom- puerta detrás de ambos y oró a
bre de Dios al monte Carmelo. Y Jehová.
aconteció que cuando el hombre 34 Después subió, y se tendió
de Dios la vio de lejos, dijo a su sobre el niño y puso su boca sobre
criado Giezi: He aquí, allá viene la boca de él, y sus ojos sobre sus
la sunamita. ojos, y sus manos sobre las manos
a
26 Te ruego que vayas ahora de él; así se tendió sobre él, y el
corriendo a recibirla y le digas: calor volvió al cuerpo del niño.
¿Te va bien? ¿Y a tu marido y a 35 Entonces regresó y caminó
tu hijo? Y ella dijo: Bien. por la casa de una parte a otra, y
27 Y cuando llegó a donde es- después subió y se tendió sobre
taba el hombre de Dios en el él; y el niño estornudó siete veces
monte, se asió de sus pies. Y se y abrió sus ojos.
acercó Giezi para quitarla; pero 36 Entonces llamó él a Giezi y le
el hombre de Dios le dijo: Déjala, dijo: Llama a la sunamita. Y él la
porque su alma está en amargura, llamó. Y entrando ella, él le dijo:
a
y Jehová me ha encubierto el mo- Toma tu hijo.
tivo y no me lo ha revelado. 37 Y ella entró, y cayó a sus pies
28 Y ella dijo: ¿Acaso pedí yo y se postró en tierra; después
hijo a mi señor? ¿No dije yo que tomó a su hijo y salió.
no me engañases? 38 Y Eliseo regresó a Gilgal. Ha-
29 Entonces dijo él a Giezi: Ciñe bía entonces gran hambre en la
tus lomos, y toma mi vara en tierra. Y los hijos de los profetas
tu mano y ve; y si te encuentras estaban sentados ante él, y dijo a
con alguien, no lo saludes; y si su criado: Pon una olla grande y
alguien te saluda, no le respon- prepara un potaje para los hijos
a
das; y pon mi vara sobre el ros- de los profetas.
tro del niño. 39 Y salió uno al campo a reco-
30 Y dijo la madre del niño: Vive ger hierbas, y halló una viña
Jehová y vive tu alma, que no me silvestre y llenó su falda de cala-
apartaré de ti. Él entonces se le- bazas silvestres; y regresó, y las
vantó y la siguió. cortó y las puso en la olla del po-
31 Y Giezi había ido delante taje, aunque no sabía lo que era.
de ellos y había puesto la vara 40 Después sirvieron para que
sobre el rostro del niño, pero comieran los hombres, pero su-
no tenía voz ni reaccionaba; así cedió que cuando comieron ellos
que se regresó para encontrar de aquel potaje, dieron voces,
27 a DyC 6:16. 29 a Hech. 19:11–12. 34 a 1 Rey. 17:21–23.