Page 847 - Santa Biblia
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833 JOB 4:2–21
2 Si intentáramos hablarte, ¿te 12 Un asunto me fue traído en
sería molesto? secreto,
Pero, ¿quién podrá detener y mi oído ha percibido
las palabras? algo de ello.
3 He aquí, tú enseñabas a 13 En imaginaciones de visio-
muchos nes nocturnas,
y las manos débiles forta- cuando el sueño profundo
lecías. cae sobre los hombres,
4 Al que tropezaba, tus pala- 14 me sobrevino un espanto y
bras sostenían; un temblor
y fortalecías las rodillas que estremeció todos mis
débiles. huesos;
5 Mas ahora que el mal ha 15 y un espíritu pasó por de-
venido sobre ti, te desa- lante de mí
lientas; que hizo que se erizara el
y ahora que ha llegado a ti, vello de mi cuerpo.
te turbas. 16 Se detuvo, pero yo no reco-
6 ¿No es esto tu temor, tu con- nocí su semblante;
fianza, delante de mis ojos había
tu esperanza y la perfección una figura; hubo silen cio,
de tus caminos? entonces oí una voz:
7 Recuerda, te ruego, ¿quién, 17 ¿Será el hombre más justo
a
siendo inocente, ha pere- que Dios?
cido jamás? ¿Será el hombre más puro
O, ¿dónde han sido destrui- que el que lo creó?
dos los rectos? 18 He aquí que en sus siervos
8 Como yo he visto, los que no confía,
aran iniquidad y atribuye errores a sus án-
y siembran aflicción, eso geles.
mismo siegan. 19 ¡Cuánto más en los que ha-
9 Perecen por el aliento de bitan en casas de barro,
Dios, cuyos cimientos están en el
y por el soplo de su furor son a polvo,
consumidos. que serán aplastados como
10 El rugido del león, y la voz la polilla!
del león 20 De la mañana a la tarde son
y los dientes de los leon- destruidos,
cillos son quebranta- y se pierden para siempre,
dos. sin haber quien repare en
11 El león viejo perece por ello.
falta de presa, 21 Su eminencia, ¿no se pierde
y los cachorros de la leona con ellos mismos?
se dispersan. Mueren, mas sin sabiduría.
4 7 a 1 Ne. 22:19. 19 a Moisés 3:7.