Page 148 - Jaly
P. 148
Antonieta como supone Kintsch, proba- aplicar las estrategias señaladas y cons-
blemente, habría resumido el texto truir el significado global del texto?
diciendo: Como hemos descrito en otros traba-
jos (Alonso Tapia, 1991, 1997 a), influyen
El texto describe un episodio en que, dos tipos de conocimiento. Por un lado,
María Antonieta, probablemente una está la familiaridad con el contenido del
princesa, experimenta un gran ridícu- texto, familiaridad que da lugar a que los
lo por no saber escribir y emborronar lectores afronten la lectura con conoci-
la hoja de un acta al firmar en presen-
mientos previos diferentes sobre el tema
cia de un grupo de príncipes.
del texto, tanto en lo que respecta a su
cantidad, como a su organización. Si un
Sin embargo, cuando no se está fami- lector no conoce ni el esquema de escri-
liarizado con el tema de la lectura, el lec- tura y ni el relativo al ridículo que implica
tor debe aplicar distintas estrategias o ser el único que hace algo mal en público,
reglas para ir simplificando la informa-
difícilmente integrará de modo adecuado
ción. Estas estrategias han sido descritas el significado del texto de María Antonie-
por Kintsch y van Dijk (1978):
ta. De hecho, Spillich y otros (1979)
demostraron ya hace tiempo que incluso
• La selección implica dejar de lado
los lectores expertos tienen, cuando se
las ideas que constituyen detalles
accesorios y no necesarios para enfrentan con la lectura de un texto cuyo
tema desconocen, tantas dificultades para
comprender una proposición en
una secuencia, recordarlo como los lectores poco hábi-
• la generalización o sustitución de les, y que, cuando el contenido de la lec-
tura les resulta familiar, ocurre lo contra-
varias proposiciones por una más
general presente en el texto que las rio.
Por otra parte, se ha comprobado que
representa a todas, y
• la construcción o sustitución de la construcción del significado global se
ve influida por el conocimiento de la
una secuencia de proposiciones
por otra no presente en el texto estructura textual, esto es, del modo en
pero que sintetiza el significado de que los textos pueden estar organizados
las mismas. (Alonso Tapia, 1991; Alonso Tapia, Carrie-
do y González, 1992; Carriedo y Alonso
No obstante, el uso de estas estrate- Tapia, 1994, 1995, 1996; Meyer, 1975).
gias, especialmente el de la tercera, es de Por una parte, está la estructura narrativa,
acuerdo con el proceso evolutivo que que es la primera que los sujetos suelen
sigue el lector, lo último que se adquiere dominar, y, por otra, existen estructuras
(Brown y Day, 1983). Entraña una cierta básicas de tipo expositivo –descripción y
dificultad, pues requiere razonar activa- enumeración; clasificación, comparación
mente sobre la información, algo que no y contraste; secuencia o procedimiento;
siempre se hace, para dar lugar a protoco- causa-efecto, problema-solución; y argu-
los que permiten recordar el texto y que mentación. Cada una de las estas estruc-
son similares a los que anteriormente turas puede ser identificada mediante
hemos presentado en el caso de los párra- distintos señalizadores textuales. Sin
fos y reflejan una falta de comprensión embargo, muchas veces la comprensión
del significado global. ¿De qué depende, es difícil porque los escritores combinan
pues, que los sujetos sean capaces de distintas estructuras y subordinan algunas
137