Page 30 - 4 : El gran desafío
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No considero que la televisión actual presente únicamente programas de
entretenimiento. Hacer tal afirmación sería muy generalista y poco objetivo. Los
contenidos ofrecidos por la televisión son muy heterogéneos; la elección de qué se
consume queda al libre arbitrio de cada televidente. Creo que hay que empezar a
ponerse más críticos respecto al comportamiento individual, y dejar de buscar
exteriorizar la culpa de los males de la sociedad.
Es necesario que la grilla televisiva cuente tanto con programas de
entretenimiento, así como también de educación. En caso de solo educar, entonces su
destinatario será un sesgo muy reducido e incluso, se corre el inmenso riesgo de aburrir.
Por el contrario, en caso de solo entretener, no se estaría representando la realidad y se
caería en lo que González Requena llamaría ‘porno-terror’.
Así, los géneros audiovisuales se tornan fundamentales a la hora de programar un
canal. Tal como dice Fuenzalida, la audiencia es muy variada y posee diferentes
motivaciones. Todo canal debería tener una programación pluralista, enfocada a
diferentes sectores del público, buscando responder a sus motivaciones e incluyendo a
todos los estratos sociales.
Para lograrlo, es importante que los estudios de recepción sean exhaustivos y
ahonden en lo que realmente motiva, interesa y busca la audiencia. Creo que aquí está
el verdadero desafío del comunicador social. Éste debe lograr una fusión entre lo que la
audiencia busca y el contenido que como programador quiere comunicar a sus
televidentes.
Por último, respecto al rating, considero que todo canal tiene cierta dependencia
del mismo, ya que es la pauta televisiva que le permite subsistir y mantener un
programa dentro de la grilla. Aunque en el mundo capitalista actual, hay quienes hacen
televisión con el único fin de obtener rating y no con fines educativos.
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