Page 21 - Abrázame Fuerte
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Capítulo 4
Si yo fuese Dios
y tuviese el secreto,
haría un ser exacto a ti;
[…] tu mismo olor, y tu manera
de sonreír.
ÁNGEL GONZÁLEZ
En el Club
Ana y Estela, sentadas a la barra, no pueden parar de mirar a David y a sus
amigos. Bueno, la verdad es que están más centradas en esa misteriosa chica que
no deja de mariposear cerca de David. Desde que se lo ha llevado a la pista de
baile, no lo ha dejado solo ni un segundo.
—Que no tengo nada que hacer, Estela, que seguro que esa chica está
enrollada con David —se lamenta Ana.
—Pero bueno, ¿es que vas a tirar la toalla antes de presentar la batalla? Ni
hablar. Lo que necesitas es una cerveza que te suba el ánimo, ya verás… ¡Otra
cerveza, Pedro, que mi amiga se nos duerme!
—¡Marchando dos cervezas para las chicas más guapas del local! —exclama
el camarero, y le guiña el ojo a Estela.
—Estela, que sabes que el alcohol me sienta fatal.
—Hija, no seas muermo. Que por un par de birras no te va a pasar nada.
Bebe y piensa en cómo vamos a poner celoso a David.
Estela tiene un plan. Lo primero es conseguir que su amiga Ana se relaje lo
suficiente como para convencerla de ir a la pista a bailar; cuando David la vea
moverse, el resto será pan comido. Ana no es consciente de que tiene un cuerpo
de escándalo. El Club está lleno de moscones, y seguro que alguno acudirá a
buscar « temita» .
Cuando las chicas se han terminado las cervezas, el simpático camarero les
planta un par de chupitos encima de la barra.