Page 56 - Lascivia Noviembre 2017
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El marido de Esperanza se marchó a su beca, ella en mi empresa. Pasaron

                  los días, y ella resultó ser muy ordenada y responsable en el trabajo, me fue

                  convenciendo que había sido una buena elección. Además era una cara be-

                  lla que yo miraba todos los días.




                    Sin embargo, a las pocas semanas de estar conmigo, se me ocurrió ver la

                  computadora que ella estaba usando, no se como encontré unos archivos, y

                  eran de páginas porno y algunos videos también porno, lo que me llamó la
                  atención era que la mayor parte de páginas y videos eran sobre esposas in-


                  fieles, sexo duro, también relatos de mujeres que relataban sus aventuras in-
                  fieles de modo muy explícito, no pude más que pensar qué Esperanza tenía


                  la fantasía de tener una su aventura infiel, eso me puso duro cada vez que la
                  veía, ya no lo pude ver con otros ojos después de eso, además revisaba su

                  computadora frecuentemente, y siempre los videos de mujeres infieles eran

                  su elección.




                    Comencé a ser más atento y detallista con ella, le regalaba cositas con men-

                  sajes subliminales, y una que otra le dejaba ir frases como, una mujer tan

                  bella, y desperdiciada, ella al inicio me cortaba y me repetía que estaba muy

                  enamorada de Emiliano. Crei que era cosa perdida, pero los nunca llegan.




                    Ese día, recibiríamos encargos fuera de horario, fui a mi casa a cenar, tipo

                  7:00 de la noche y habíamos acordado con Esperanza vernos en la bodega

                  de mi empresa a las 8:00 para recibir encomiendas, así lo hicimos, las reci-

                  bimos e inventariamos y tipo 8:30 terminamos. Q uedamos solos adentro.




                    Ella llevaba puestos unos pantalones apretados, su culo se lucía más que

                  siempre, y eso combinado con tacones super altos y una blusa pegada, se

                  miraba espectacular. Le dije que si quería una cerveza, había calor esa noche.




                    Me dijo que si, fui a la tienda y compre cuatro, dos para uno, empezamos

                  a tomarlas y charlar.




                    Salió con la segunda cerveza, el tema sexual, le pregunté asi descarada-

                  mente, como una mujer tan bella como ella, con un cuerpo que pide sexo,

                  pude evitarlo por tanto tiempo, ella se sonrojó y pensé que nuevamente
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