Page 66 - Lascivia Noviembre 2017
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que estaba yo degustando una buena mamada.
luego me tocó el turno y ella acostándose me abrió las piernas para que
yo le chupara la raja, era mucho más cómoda hacerlo en una cama que en
un escritorio o en el sofá. Le mamé su rico ojete del culo y su raja, ella de
nuevo gemía más de lo normal pidiendo más y más. Le metí dos dedos a su
raja mientras mi lengua jugaba con su clítoris, eso la hizo correrse mientras
pedía que no dejará de hacerselo. Mientras tenía su inacabable venida, le in-
serte un dedo en su ano y otro en su vagina y comencé a masturbarla pisto-
neando mis dedos en su interior, mientras le lamía su clítoris, ella se corrió
no se si dos veces continuas, pero sospecho que si, pues no dejaba de ema-
nar sus jugos íntimos y me mojaba fácilmente los dedos. De pronto comen-
zó a pedirme que se la metiera, casi a gritos.
Saqué mis dedos y la puse en cuatro, pues me había gustado la última vez
cogerla en esa posición pues su culo es una obra arquitectónica; la penetre
y me puse a darle buenos pistonazos, ella también movía su trasero y nos
turnabamos en movernos, era una tremenda hembra para coger Esperanza.
Y sucedió lo que quiero exponer, sonó su móvil y volteandose hacia mi me
dijo -espera!-, yo dejé de penetrarla, pero mi verga quedó dentro de su vagi-
na, ella respondió y como había pronosticado, era su marido.
Ella le dijo -hola amor, como estas?, como te ha ido?-, para mi era mi prime-
ra vez en una situación como ésta, yo con mi verga en la raja de una mujer
que está hablando con su marido por teléfono, sentí como mi verga crecía
aún más dentro de ella, me excitó como nunca había sentido y comencé a
moverme dentro de ella, primero lento, ella no dijo nada, pero conforme pa-
saban los segundo sy ella seguía hablando melosamente con él, fui inten-
sificando mis movimientos, ella lo sintió, pues se volteó tapó el auricular
con su mano y me dijo, -no te muevas!-, yo me detuve, pero no por mucho
tiempo, pues estaba tan excitado, que volví a hacerlo, es más ahora metí mi
dedo pulgar en su culo y comencé a pistonear mi verga y mi dedo al mismo
tiempo.
Ella ya no dijo nada, solo ví en el espejo que tenía enfrente que ella cerraba