Page 133 - Punto de Fuga_2_Neat
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emanás tu aliento en un vidrio y escribís tu nombre. En
segundos, no queda más que el vidrio en su forma inicial, sin
nombre ni aliento.
Él me dejó por una alumna de 20 años. La casa que
pensábamos comprar, las imágenes de nuestre hije
tomándonos las manos caminando juntos o sus primeras
palabras. Siempre bromeábamos sobre si decía “papá” o
“mamá”, si se refería a él o a mí.
Ya fue. Todo eso. Completamente sola con mi hije sin
posibilidad de salir y poner en riesgo mi vida o la de mi bebe.
En el mundo de antes, hace unos meses, con mi
hermano teníamos un taller donde él enseñaba a dibujar y yo
mientras cuidaba al bebé, hacía medallones vegetarianos a
pedido y daba clases de comida vegana.
Para todos los normales de este país, para los que
perciben un salario cada mes, yo soy una marginal. Porque me
las rebusco y porque no estudié. Incluso, marginal por vivir en
los bordes de todo, del centro y de la periferia.
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