Page 81 - Punto de Fuga_2_Neat
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leyendas. A todos. A los que empezaron a pedir justicia por
Juliana, a los que dejaban pasar silentes las vidas perdidas, los
cadáveres ajenos, y seguían saludando a vecinos violadores.
La memoria empezó a funcionar como un engranaje
oxidado. Lentamente.
-¿Te acordás de esa chica? La hija de mi tía Tuta. La del
medio. ¿Cómo se llamaba? Ay, ¿cómo era?
-Qué sé yo- le contestó mi padre.
-La que violaron los del taller mecánico. – le recordó
mi mamá.
-Ah, sí. Pero no me acuerdo el nombre. – afirmó y se
sumergió en su rutina.
Entonces, mi madre me resumió la historia, mientras la
reconstruía hablando por Messenger con parientes de Zárate.
Iban al colegio juntas, a distintos grados. Todas sabían
que por ese tugurio de obrador no había que pasar. Cruzaban
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