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Los jóvenes hablan
¿Por qué debo adorar?

Por: Dana C. Martell

En la palabra Dios nos muestra que todo tiene su razón de ser, en la cual podemos encontrar una acción muy

valiosa que debemos aprender. Esta acción tiene como nombre ADORACIÓN. En Isaías 43:21 dice “este pueblo he

creado para mí; mis alabanzas publicará” Lo lamentable, es que son muy pocas las personas que aprecian y disfrutan

de esta grata oportuna. ¿Por qué adorarle? Pues diré que la alabanza es una de las mejores formas para entender

cuán grande y hermoso es el amor de Dios para nosotros. La adoración sin duda algún es uno de los mejores

métodos para obtener una relación llena de gozo con Dios. 1 Corintios 14:15 nos dice: “¿Qué, pues? Oraré con el
espíritu, pero también oraré con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento.”

La palabra nos enseña que tenemos que adorar con espíritu y con entendimiento, pero si no sacamos de nuestro

tiempo para leer y estudiar su palabra no podremos entenderla.

Debemos tener cuidado en no tomar la alabanza como una rutina, ya que en ocasiones puede formar parte de

unos 30 minutos solo 3 días a la semana. Creando nuestra propia barrera y limitándonos a disfrutar de lo hermoso que

es adorar. Olvidando que somos libres y podemos regocijarnos con Dios. Dios quiere que logres entender que fuimos
creados para tener una relación muy cercana a Él. Por eso debemos adorarle y demostrarle todo nuestro amor.

Fuimos creados para adorarle; quiere decir que todo nuestro ser debe proyectar nuestro amor y nuestra mejor

alabanza. En todo lo que hagamos debemos demostrar nuestra mejor alabanza. Hay que tener cuidado con la manera

en como vistes, como te comportas con tu familia o en el trabajo, lo que piensas, como actúas y lo que sale de tu

boca. En todas y cada una de ellas puedes expresar tu mejor alabanza. Siempre recuerda que tu vida es una

alabanza para Dios.

Para poder darle una mejor alabanza a Dios, tenemos que aprender a ser obedientes a su palabra nos pide

obediencia y no sacrificio. Si analizamos, el sacrificio puede ser para remediar algún error o un acto para obtener la
atención de los demás. En cambio la obediencia es algo que se hace con una buena intención, sin necesidad de que

los demás lo vean. Dios quiere adoradores en espíritu y en verdad. Eso lo podemos encontrar en Juan 4:23 “Mas la

hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también

el Padre tales adoradores busca que le adoren.” Para poder adorar en espíritu y verdad no debemos dejar que el

Espíritu Santo sea quien nos guíe en todo momento. De esta manera aprenderemos que cosas no son del agrado de

Dios y seremos obedientes. Por eso, debemos pedirle al Espíritu Santo que sea nuestro guiador en todo momento.

Cuando nos dice adorar en verdad quiere decir que la palabra de Dios sea nuestro manual. Si tú le entregas tu
corazón a Dios y permites que su palabra sea lámpara a tu andar, tu vida será su mejor alabanza.