Page 39 - DIVA_No.18_2005
P. 39

seres humanos: comunicarnos   Platón. Ese movimiento del tiem-  Moravia a Pasolini y Juan   el cancer, me dijo sonriendo:
          con palabras. Porque cuando   po, la certeza de que la inmortali-  Goytisolo y yo -montoneros his-  "Como en el béisbol, la tercera es
          mueren las palabras, sobreviene   dad no se sabe inmortal y de que   pánicos- a favor del, finalmente,   la vencida. Three strikes and you
          la "selva salvaje" de la violencia,   nuestras vidas se disminuyen si   premiado Buñuel.   are out".
          la ignorancia y la guerra de todos   dejan pasar, con aire solemne, las
          contra todos.            mil y una diversiones de la vida   En las playas del Lido, Susan   La "vencida" llego con la
                                   cotidiana, son temas que le dieron   tenla por lectura ligera, de vaca-  Navidad del 2004. La noticia de
          No minimizo la producción liter-  una originalidad necesaria a obras   ciones, a Henry James. En los   su muerte me retrotrae a ese dial-
          aria de Sontag si recuerdo que   como Contra la interpretación y   cafés de Manhattan, descubrió   ogo reciente en Montreal, cuando
          este humanismo verbal propio de   La voluntad radical. Sontag, den-  antes que nadie en America la   Susan culminO nuestra conver-
          su perfil la pinta de cuerpo entero.   tro de la cavema de Platón, veIa   gran novela de Italo Calvino, Si   sación sobre agendas de nuestro
                                   la proyección del cine de   una noche de inviemo un viajero,   tiempo con una rotunda afirma-
          Susan estuvo presente en   Fassbinder y de Ichikawa, del arte   y me confió -alegria compartida-  ción: "La condición femenina, el
          Vietnam para denunciar el error   de Warhol y de los ensayos de   que "esa es la novela que me   acceso de la mujer a la dignidad,
          de una guerra y en Sarajevo para   Barthes.        hubiese gustado escribir". Este   al trabajo, a la ley, a la plena per-
          atestiguar el horror de otra.                     sentimiento de la admiración y la   sonalidad, seth el tema central del
                                   Pero hubo un momento en el que   sorpresa -la capacidad de des-  siglo XXI".
          Su batalla polItica final la dio   Susan Sontag entró de Ileno en   cubrir y querer lo desconocido,
          contra el gobiemo de George W.   temas que claman nuestra aten-  prueba de juventud permanente-  Recordé, escuchándola, viéndoia
          Bush y los peligros de una politi-  ción y no la obtienen, entre otros   era habitual en ella y nos llevaba   transformada por la enfermedad,
          ca extema producto de la igno-  motivos, porque carecen de atrac-  a sus amigos a leer lo que, sin   a la joven de dieciocho años que
          rancia, la soberbia y el peligro de   tivo estético. La enfermedad en   ella, acaso hubiese pasado   se atrevió a pedirle una entrevista
          suprimir, en los propios Estados   general. Y el Sida en particular.   desapercibido.   a Thomas Mann en Los Angeles
          Unidos, las libertades pflblicas.   Metáforas del mal que                   y, ya frente a él, no supo qué
          Fue la primera y más fuerte voz   quisiéramos ocultar en la sombra   Recuerdo asi su contagiosa lec-  decir. La admiraciOn la rindió.
          de los intelectuales del norte con-  y nombrar en silencio, Sontag las   tura de Sebald, de Nádas, de   Pero acaso un dIa, Susan recordó
          tra la pandilla de la Casa Blanca y   llevó a la luz pfiblica, a la reflex-  Manea y de Kuzniewicz. El   al Settembnni de La montana
          las teorlas suicidas del unilateral-  ion humanista, a la revelación.   redescubrimiento de Rulfo, cuyo   mágica cuando nos dice que no
          ismo y la guerra preventiva.   Consciente de que el dolor   Pedro Páramo prologo.   hay gran literatura que no se
                                   requiere un lenguaje, Sontag le                    refiera al sufrimiento y que no
          La inteligencia ciudadana de   dio las palabras indispensables a   La invite a participar en las con-  esté dispuesta, como literatura, a
          Susan Sontag hubiese bastado   las enfermedades silenciadas,  ferencias acerca de la geografia   asistimos, a apoyamos en el
          para acreditar su importancia   trátese de la tuberculosis ayer o   de la novela en El Colegio   dolor.
          moral. Ello no bastaria, sin   del Sith boy.       Nacional de Mexico donde,
          embargo, para olvidar que ante                     rodeada del entusiasmo del pObli-  Y acaso recuerdo para siempre
          todo, Susan the una de las may-  Lo hizo con el valor y el tacto con   co y del amistoso calor de Juan   algo que Ic debo al accidente del
          ores voces intelectuales de   que esta admirable mujer emplea-  Goytisolo, José Saramago,  cine: la imagen de la nina Susan
          America y del mundo. Y segura-  ba el lenguaje. Su mayor orgullo   Sealtiel Alatriste y J.M. Coetzee,   interpretando el papel de la fiera
          mente, una de las más renovado-  literario era ser novelista. El   Sontag hizo un relato magistral   Pearl Chavez -ya de grande,
          ras.                      benefactor, Estuche de muerte,   de cómo puso en escena, en   Jennifer Jones- en la pelicuia
                                    Yo, etcetera, El amante del vol-  medio de los horrores de la guer-  Duelo al sol. Filmada en la
          Su gran aporte consistió en reve-  can y En America son obras de   ra de Sarajevo, la obra de Samuel   Arizona de la infancia de Susan
          lar el valor de lo popular, la   extrema fidelidad al credo de   Beckett,   Sontag, la ohm de King Vidor
          importancia de lo que pareceria   Sontag: la literatura es la reserva       preserva para siempre la mirada
          menos importante, el cine, la   primaria de la sensibilidad.   Esperando a Godot, y cómo, en   melancólica de una nina morena,
          moth, la cursilerla, el camp, la                   una ciudad asediada, un teatro del   de cabellera larga y con fibres en
          relevancia de lo marginal, excén-  Tuve muchos momentos de amis-  asedio devolvia a los especta-  el pelo.
          trico, perecedero, las obras del   tad con ella. Como cojurados en   dores ese otro nombre de la
          tiempo en su sentido más radical.   el Festival Cinematográfico de   acciOn que llamamos 'esperanza'.  (*) Carlos Fuentes es escritor mex-
                                    Venecia del año 1967, cuando   La vi por Oltima vez en Montreal   icano mundiahnente conocido.
          Cuando la eternidad se mueve, la   disputamos preferencias estéti-  ci mes de marzo del 2004.
          Ilamamos tiempo, escribió   cas, ella favorable a Godard,   Recuperada de dos batallas contra

                                                                                                1.2005 Diva 41
   34   35   36   37   38   39   40   41   42   43   44