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Entrevista con
El dramaturgo y guionista
mexicano Luis Ayhllón (1976),
residente en Ginebra, es uno
de los autores más represen-
tativos y premiados de su
generación. Airededor de 15
obras suyas han sido repre-
sentadas tanto en Mexico
como en otros paIses latino-
americanos y en Estados Uni-
dos. Entre sus obras están:
Partida, Revolución Ill, La
extinción de los dinosaurios y
Cash. Las editoriales Kazalma
y Albatros de Ginebra acaban
de publicar en una traducción
francesa de David Ferré, Les
chameaux et autres pikes,
una ocasión para conocer me-
jor a este joven escritor.
Jean-Michel Wissmer : Luis
Ayhllón, su teatro es un tea-
tro desestructurado, laberIn-
tico, experimental. iftdria
usted situarlo dentro del teatro
contemporáneo, y hablarnos de
sus modelos?
Luis Ayhllón: No soy quién para Si- pasa atiende a una lógica dentro del
tuar mi trabajo en algñn contexto o
tendencia contemporánea. Sin em-
bargo, busco que mis obras tengan
un diálogo con los nuevos püblicos.
Algunas de mis piezas (he escrito
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escritor y dramaturgo mexicano
En New York mi traductora al inglés
hablaba de un reality theater, una
suerte de Gran Hermano escénico.
Me resulta curiosa la idea. Por otro
lado, me interesaba pensar las voces
de cada ejecutante como una parti-
tura musical, de ahI su barroquismo
sonoro y el ritmo de los hablantes.
En realidad es una obra sobre las
palabras.
JMW : Al final de Los camellos,
elAgente dice: <<Te gusta el tea-
© fotOgrafa : Li/lana Del/i tro ? Dime, sinceramente, te
gusta?, Ite gusta? Te gusta? >.
Después hay una explosion y
airededor de una treintena) se nut- el mismo personaje declara
ren de simientes diversas y tienen <<Punto final >>. SerIa una mane-
mecanismos hIbridos de escritura. ra de decir que ya no hay teatro o
que hace falta una << explosion >>
Sobre alguna influencia, por lo me- para volver a recrearlo todo ?
nos de forma consciente, podrIa citar
a Pinter, un escritor de cabecera al LA: Al final de la obra, se empalman
que leo y releo constantemente. La en un solo bloque de significados, la
experiencia de acercarme a su obra palabra dicha, las didascalias y hasta
completa, estudiarla y verla (poco) los signos de puntuación; oralidad
en escena, irremediablemente ha e imagen escénica que se prestan
tenido una consecuencia en mi for- a mñltiples formas de lectura. Por
ma de concebir la escritura escénica. otro lado, para ml, el fuego es flier-
Puedo citar de igual forma a Büchner za generadora de transformación.
y Genet; recientemente a McDonagh Recuerdo la idea de Castellucci al
y Elfriede Jelinek. Me resulta inspi- respecto, sobre el escenario como un
radora, además, la literatura de Vir- lugar de incendios.
gilio y Rabelais, entre muchos otros.
JMW: Muchos de sus textos no
JMW: Uno de los personajes de ilevan ninguna didascalia. IEs
Los camellos, el Padrastro, dice para dar una libertad completa
.<Nathe entiende nada aquI. Se a un director de teatro?
trata de que hablemos... >. Es-
tarIamos entonces ante un tea- LA : Pinter aseguraba que la obra
tro de lo absurdo en el que nada perfecta podrla pasar fácilmente a
tiene sentido? la radio. Era una forma de decir que
todo deberia contenerse en el dis-
LA: No lo creo. Mis obras tienen curso de los hablantes. Para ml la
fuertes estructuras y cada cosa que didascalia no funciona si es descrip-
tiva u opera como mera ilustración.
discurso. El teatro del absurdo está Prefiero activarla en el discurso o
ileno de ocurrencias. Los camel- incluso incorporarla a manera de
los explora la idea del teatro den- narración, siempre y cuando tenga
tro del teatro asI como el concepto sentido. Todo depende.
nietzscheano del eterno retorno.