Page 300 - El Señor de los Anillos
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tiempo largo.
—Ah —dijo Sam con aire sombrío—. Bastante largo como para que llegue el
invierno.
—Eso es inevitable —dijo Bilbo— y en parte tu culpa, querido Frodo; insististe
en esperar mi cumpleaños. Curiosa celebración diría yo. No es en verdad el día
que yo hubiese elegido para que los S-B entraran en Bolsón Cerrado. Y esta es la
situación ahora: no puedes esperar hasta la primavera y no puedes salir antes que
lleguen los informes. Me temo que esa sea justamente tu suerte:
Cuando el viento comienza a morder
y las piedras crujen en la noche helada
de charcos negros y árboles desnudos,
no es bueno viajar por tierras ásperas.
—Yo también temo que esa sea la suerte de Frodo —dijo Gandalf No
podemos partir hasta que sepamos algo de los Jinetes.
—Pensé que habían sido destruidos en la crecida.
—Los Espectros del Anillo no pueden ser destruidos con tanta facilidad —dijo
Gandalf—. Llevan en ellos el poder del amo y resisten o caen junto con él.
Esperamos que hayan quedado todos a pie y sin disfraces, de modo que durante
un tiempo serán menos peligrosos; pero no lo sabemos bien todavía. Entretanto,
Frodo, trata de olvidar tus dificultades. No sé si puedo hacer algo que te sirva de
ayuda; pero te soplaré un secreto: Alguien dijo que este grupo necesitaba una
inteligencia. Tenía razón. Creo que iré contigo.
Tan grande fue la alegría de Frodo al oír este anuncio que Gandalf dejó el
alféizar de la ventana, donde había estado sentado, y se sacó el sombrero
haciendo una reverencia.
—Sólo dije: Creo que iré. No cuentes aún con nada. En este asunto, Elrond
tendrá mucho que decir y también tu amigo Trancos. Lo que me recuerda que
quiero ver a Elrond. No puedo demorarme más.
—¿Cuánto tiempo crees que estaré aquí? —le preguntó Frodo a Bilbo una vez
que Gandalf se retiró.
—Oh, no sé. En Rivendel se me van los días sin darme cuenta —dijo Bilbo—.
Pero bastante tiempo, creo. Podremos tener muchas buenas charlas. ¿Qué te
parece si me ayudas con el libro y empiezas el próximo? ¿Has pensado en algún
final?
—Sí, en varios; todos sombríos y desagradables —dijo Frodo.
—¡Oh, eso no sirve! —dijo Bilbo—. Los libros han de tener un final feliz. Qué
te parece éste: y vivieron juntos y felices para siempre.
—Estaría bien, si eso llegara a ocurrir —dijo Frodo.
—Ah —dijo Sam—. ¿Y dónde vivirán? Es lo que me pregunto a menudo.