Page 99 - prueba
P. 99
Cuarenta y siete horas después, tras habernos las jirafas han llegado a su nuevo hogar. Se trata
detenido solo dos veces al día para comer bajo ár- del primer grupo de la población fundadora. Se
boles llamados espinas de invierno y tomar una prevé que se incorporen más animales el próxi-
siesta de tres horas, al fin llegamos a Gadabedji, mo año. Y el año siguiente, quizá más.
donde nos recibe el alcalde tuareg en túnica roja y Después de dos minutos, la primera jirafa aso-
turbante. Es un paisaje arenoso, con poca maleza. ma la cabeza y desciende con cuidado. Pronto
Los niños corren para recibir nuestra caravana, la siguen las demás. Se detienen para ver a los
levantan los brazos y saltan de alegría. Desde hace humanos que las miran. Siente la brisa y las cua-
meses se enteraron de que vendríamos. tro se dan la vuelta y se alejan despacio, con
“Este es el hábitat ideal para las jirafas”, me dice dirección a un grupo de acacias en el horizonte.
Morkel sonriente. Las cabezas que se asoman Avanzan en fila y voltean varias veces, como si
desde dentro del contenedor contemplan la exten- dudaran de qué se espera que hagan, hasta que
sión del territorio y las zonas de acacias comesti- las perdemos de vista. j
bles. Sin duda, es un hábitat ideal para las jirafas.
Joshua Foer escribió sobre la inteligencia de los del-
Guardias tuareg vigilan de pie con AK-47 y se
fines para la edición de mayo de 2015. Ami Vitale
abren las puertas del contenedor. Bajo un sol abra- tomó las fototgrafías de Sri Lanka para “Una paz
sador, una luna diurna y un cielo lleno de cirros, muy frágil”, en la edición de noviembre de 2016.
JIR AFAS 97