Page 346 - Revista Educativa
P. 346

El oso hormiguero

                  Hace muchos años vivía un hombre muy anciano, tan anciano que ya no recordaba los
                  nombres de las estrellas, ni los hechos de su infancia. No tenía familia y dedicaba todo el
                  día a ayudar a la gente de su pueblo, hacia vasijas, recogía plantas para curar a la gente
                  y pedía por la lluvia cuando había sequía.


                  El hombre era muy anciano que cada día le costaba más esfuerzo ir y venir del río, pero
                  cansado como estaba quería seguir cuidando a la gente del pueblo.
                  Un día vio que las hormigas eran una amenaza para los chicos, asique decidió quedarse

                  sentado  cerca  de  la  orilla  desarmando  los  hormigueros  que  encontraba,  estaba  tan
                  concentrado en su tarea que no se dio cuenta que estaba oscureciendo.

                  Cuando quiso volver a su casa ya era de noche, no encontraba el camino y se dio cuenta
                  que se había perdido. Por primera vez en su vida sentía que ya no le quedaban fuerzas
                  para  ayudar  a  la  gente  de  su  tribu.  Asustado  y  confundido  llego  a  pensar  que  si  no

                  regresaba nadie notaría su ausencia.
                  Los  poderosos  dioses  del  bosque  sintieron  pena  por  el  anciano  y  decidieron  darle  una

                  nueva vida, entonces hicieron que el anciano entrara en un sueño profundo donde soñaba
                  que tenía fuerza como cuando era joven.
                  Cuando despertó, algo mágico había pasado, ya no era un anciano, muy anciano, sino un

                  grande y fuerte yurumí. El bastón del anciano se transformó en su hocico y su ropa en
                  una hermosa cola.
                  El anciano se dio cuenta que ahora con su lengua larga ninguna hormiga podía escaparse

                  y que con sus garras podía desarmar hormigueros; podía seguir siendo útil para su gente,
                  tenía mucho trabajo por delante. Se quedó en el bosque cuidando que las hormigas no
                  llegaran al pueblo.

                  Los wichis extrañaban al anciano, luego de varios días sin verlo, creyeron que se había
                  perdido  en  el  bosque.  El  anciano  también  extrañaba  a  sus  amigos  y  volvió  al  pueblo

                  creyendo que lo iban a recibir como a un héroe por haber espantado a tantas hormigas.
                  Pero cuando llego todos vieron a un terrible oso hormiguero y nadie lo reconoció. Pronto
                  vieron que el oso hormiguero no quería lastimarlos, sino que quería ayudar.

                  El  anciano  se  dio  cuenta  que  a  pesar  de  que  había  cambiado  se  forma  podía  seguir
                  ayudando  a  la  gente,  pero  desde  lejos  y  se  volvió  al  bosque  para  seguir  comiendo

                  hormigas para que no lastimen a los chicos.




                                                                                                                 346
   341   342   343   344   345   346   347   348   349   350   351