Page 52 - Manual Periodistas
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de haber vivido un suceso traumático o potencialmente traumático, gran parte de nuestra energía psico-emocional suele quedar detenida allí, en el suceso, tratando de digerirlo, de asimilarlo psicológicamente, no nos queda mucha energía disponible para destinarlo a otros aspectos y actividades; sin embargo, cuando diseñamos pequeñas y cotidianas metas saludables: caminar 15 minutos el primer día, 20 minutos al siguiente y así sucesivamente, prepararte el licuado nutritivo para tomarlo al poco tiempo de despertar, asistir al cine a ver la película que tanto te interesa con la persona con quien te sientes más cómoda/o, etc., “forzándonos” al principio un poco para realizarlo, y al hacerlo, darnos cuenta que nos sentimos bien, que no te arrepientes de haberte “obligado” a dar ese paso, al contrario, te felicitas, y así estaremos generando mayor energía positiva que va retroalimentando y motivando el continuar con estas acciones de vida y de auto-cuidado.Ejercitarnos, escuchar la música que nos gusta, bailar, jugar, bañarnos, hacer el amor, caminar, comer chocolate, convivir con personas queridas… aumentan los niveles de las llamadas hormonas del amor y la felicidad: dopamina, serotonina, pero particularmente, de endorfnas, cuyos efectos en nuestro organismo son:ÙÙPromover estados de bienestar generalÙÙPromover la tranquilidadÙÙContrarrestan los niveles elevados de adrenalina, la cual provoca mayor estrés y ansiedadÙÙMejorar el humorÙÙAumentar las defensas (nuestro sistema inmunológico)ÙÙReducir el dolor físico (el mejor analgésico)ÙÙDisminuyen la presión sanguíneaÙÙRetrasan el envejecimiento


































































































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