Page 138 - Casados o Cansados
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profesional; por lo tanto nunca está ociosa, condición por la cual está
exenta de dedicar parte de su tiempo al estudio de la Torá sino a
estudiar únicamente las leyes que le conciernen como mujer judía.
Además de eso, la regla de la Torá dice que el que está ocupado
haciendo una Mitzvah está exento de hacer otra Mitzvah, por lo tanto la
mujer es la responsable a tiempo completa en conducir su hogar y
educar a la próxima generación, queda liberada de muchas leyes y
Mizvot. En este aspecto fueron comparadas con los sacerdotes del
pueblo de Israel que durante sus servicios estaban exentos de ciertas
leyes, ya que tenían como tarea principal mantener el hogar de D-os, el
Templo Sagrado, al igual que la mujer D-os la excluyó de todas las
Mitzvot activas de tiempo fijo para que logre mantener su propio
templo, el hogar sagrado.
Por tanto, la mujer se encarga del hogar, de la familia y el
hombre además de traer la manutención, se ocupa de alcanzar un mayor
nivel espiritual a través del estudio de la Torá, de las Mitzvot y, así,
como socios, alcanzan juntos la Yud y la Hey, este mundo y el venidero
y juntos disfrutarán en esta vida hasta los ciento veinte años en que
compartirán en el paraíso la misma parcela.
. 2 Mujer juez ?
El motivo por el cual la mujer no puede ser juez no es porque se
la considera ingenua o incapaz para el cargo, sino que proviene de su
alto nivel de pureza y sensibilidad, lo cual no le facilita la tarea de
investigar y ponerse en contacto con la crueldad y los abusos que se
cometen en el campo de la justicia. Si observamos las estadísticas, en el
mundo hay más mujeres que hombres, por lo tanto, en las cárceles
debería mantenerse cierta proporción, sin embargo, por cada catorce
prisioneros varones hay una mujer presa. Esto refleja que la mujer por
su naturaleza, está más cerca de D-os, es más compasiva, menos
violenta y más inocente.
En el episodio de Adam y Javá observamos que la serpiente (el instinto
del mal), se propuso hacerlos pecar pero ella ya sabía que era más fácil
engañar a la mujer que al hombre, porque es más confiada y crédula por
eso la Torá prohíbe a la mujer ser juez para que no se mezcle en el
mundo de la delincuencia que es rudo y cruel. Dejemos a los hombres
que conocen mejor ese mundo ser los jueces.