Page 148 - Casados o Cansados
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nos fijamos una meta más lejana volviendo a la lucha hasta alcanzarla
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                        Tal  cual  dijeron  nuestros  sabios:  "el  que  tiene  cien  quiere
                        doscientos y el que tiene doscientos quiere cuatrocientos", nunca hay
                        fin  para  los  deseos  humanos  y  nunca  la  persona  dejará  de  sentirse
                                                            carente de algo, lo cual le causará tristeza.

                        Por  eso  dijeron  nuestros  sabios  en  la  Mishná  de  Pirke  Avot:
                        "¿eize hu ashir? hasameaj vejelko" (¿quién es el rico? aquel que está
                        feliz con su parte). En esta pequeña frase está todo el secreto, ya que
                        nos enseña que no hay ningún problema en que nos fijemos metas y
                        tratemos  de  alcanzarlas,  pero  que  no  nos  amarguemos  mientras  la
                        consigamos, sino que debemos  alegrarnos con lo que tenemos y sentir
                        que no nos falta nada, aprendiendo siempre a ver la mitad del vaso lleno
                                                                                               y no vacío.

                        Esa fue básicamente la diferencia entre Esav y Yaacob, Esav dijo,
                        "iesh li rab" (“tengo mucho”) y Yaacob le contestó "iesh li col", (“yo
                        tengo todo”). Aquí está toda la sabiduría, una persona que siente que
                        tiene mucho, le gustará tener "mucho-más", pero una persona que siente
                        que  tiene  todo,  no  necesita  más  nada,  alcanzó  la  abundancia,  por  lo
                                                        tanto está alegre y satisfecho constantemente.

                        Pero  ¿qué  debemos  hacer  con  esa  debilidad  humana  cuando
                        sentimos a veces, que nos hace falta más, especialmente observando a
                        lo  que  nos  rodean,  viendo  que  tienen  muchas  cosas  que  nos  gustaría
                        tener? ¿Cómo podemos no envidiar y no codiciar lo que ellos tienen?
                        Para responder a eso necesitamos conocer el significado de la palabra
                        "mazal", que no es suerte ni destino, sino "herramientas que D-os nos
                                                             proporciona para alcanzar nuestra meta".

                        Cuando una maestra le da como tarea a un niño pintar una flor, le
                        tiene que suministrar las herramientas para cumplir con su deber, por lo
                        tanto le dará un lápiz, una hoja, colores y un modelo para copiar; a otro
                        niño ella le pide que construya una casita con palitos de helados, por lo
                        tanto,  le  tiene  que  dar  las  herramientas  necesarias,  cola,  palitos  de
                        helado,  cartón,  una  plantilla,  etc...  Cada  uno  de  los  niños  recibió
                        distintos materiales, que responden a un objetivo distinto. Así mismo
                        D-os Bendito,  nuestro Maestro, nos dio a cada uno diversas tareas, ya
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