Page 83 - Casados o Cansados
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2) LA DISCUSION POSITIVA.
En el gabinete de seguridad del estado de Israel, hay un abogado
especializado cuya tarea es llevar siempre la contraria a la decisión que
se tome en la sala. Por ejemplo, si por unanimidad se decidió atacar en
Gaza, él debe oponerse y comprobar que no sería correcto actuar así. Si
por el contrario decidieron que no se debe atacar, él deberá rebatir la
propuesta y convencer a los miembros del gabinete de que ese es el
momento adecuado para atacar. Este abogado deberá contradecir
siempre la decisión tomada para que gracias a la discusión que su
oposición provoca, se analice el tema en discusión desde todos los
puntos de vista, tomando la decisión correcta.
"Cuentan que una vez un señor preguntó a un abogado: -"¿cuánto
cobras?” -“Por cada tres preguntas cien dólares”, contestó el
abogado. –“Dime”, preguntó el señor, -“¿no crees que sea muy caro?”
–“Sí”, dijo el abogado, -“reconozco que es caro, ¿cuál es tu tercera
pregunta?"
Ese concepto le vemos también en la guemará que nos relata que
cada vez que rabí Yojanán daba una clase de halajá y al finalizar
dictaba la ley, se levantaba su gran alumno y compañero de estudio
Rish Lakish y le atacaba con muchas preguntas y pruebas que
proponían que la halajá debía ser lo contrario, lo cual generaba una
airada discusión entre todos los sabios de Israel, algunos a favor y otros
en contra, preguntando y debatiendo hasta encontrar la decisión halájica
correcta. Cuando falleció Rish Lakish y trajeron a un gran rabino de
Babilonia para que le reemplazara, se levanto rabí Yojanán, dictó una
clase y dio su conclusión. Se levantó el nuevo rabino y le dijo a rabí
Yojanán: "rabino, tienes razón, tengo muchas pruebas de que es cierto
lo que dijiste y ciertos versículos de la Torá apoyan tu opinión". Rabí
Yojanán le agradeció por educación y siguió la clase, al terminar de
dictar otra ley se levantó otra vez el nuevo rabino y volvió a apoyarle y
así sucesivamente. Cuando se dio cuenta rabí Yojanán de la nueva
realidad, se levantó y empezó a llorar preguntándose: "¿adónde está
Rish Lakish? necesito que alguien me lleve la contraria y no que me
apoye porque sólo a través de la discusión podré saber con seguridad si
tengo razón o debo retractarme". Eso afectó tanto a rabí Yojanán hasta
tal punto que se volvió loco, caminando por las calles buscando a Rish
Lakish, causándole una angustia que le llevó a la muerte. Al fallecer