Page 4 - Conscientes y atentos

JESÚS FUE CONSCIENTE

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Entonces le fueron presentando unos niños para que les
impusiera las manos y orase; pero los discípulos les re-
ñían. Pero Jesús les dijo: “Dejad que los niños vengan a
mí, y no se lo impidáis porque de los que son como és-
tos es el Reino de los Cielos”. Y después de imponerles
las manos, se fue de allí.
(Mt 19,13-15)

Jesús estuvo en Galilea hablando a la multitud sobre
la buena noticia del amor de Dios para todas las perso-
nas. Dejó esa región y viajó a Judea, pero la multitud lo
siguió, ansiosa por escuchar sus enseñanzas sobre el Rei-
no de los Cielos y por poder estar con aquel hombre que
sabía tanto sobre Dios y cuyos dones de sanación eran
tan conocidos.
Los discípulos intentaban poner orden entre la multi-
tud, evitando que Jesús fuera aplastado. Probablemente,
también pretendían que se encontrara con la gente ade-
cuada: los que tenían poder e influencia, los que podían
cambiar la forma de tratar los asuntos, “los importantes”
en cuestiones religiosas.
Este grupo de seguidores, los discípulos, tenían bue-
nas intenciones, pero no siempre entendían todo: pensa-
ban que el grupo de niños y padres que se aglomeraba
alrededor de Jesús era simplemente una molestia. Los
pequeños se interponían en el camino, puede que su

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