Page 5 - Un nuevo Sabbat
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gundo templo, más me daba cuenta de que, como cristia-
no, había desatendido en gran medida el mandamiento del
descanso. De alguna manera, había relegado el sábado a un
asunto de disputa legalista entre Cristo y los fariseos en el
Nuevo Testamento, que tenía poco que ver con la vida de
fe. Me debatía entre esa interpretación y la de que se había
Muestra gratuita
espiritualizado el sábado a través de Cristo y ahora era solo
otra forma de hablar del descanso que el Espíritu Santo
hace experimentar a los cristianos. Sin embargo, cuanto
más investigaba, más se hacía evidente que el Sabbat era
un signo del movimiento de Dios en la creación hacia la
plenitud y el descanso que era central para el florecimiento
de Israel y para la misión de Cristo a través de la Iglesia.
Después de haber reconocido mi propio abandono
del sábado, empecé a reservar un período de veinticuatro
horas, de puesta de sol a puesta de sol, cada semana. Pen-
sé en ese período como en una disciplina espiritual y que-
ría probar si el ritmo del Sabbat era realmente importan-
te para mi propia formación cristiana. Lo que comenzó
como un corto viaje se ha convertido en un largo peregri-
naje que continúa llevándome a lugares a los que nunca
había esperado ir. El Sabbat ha abierto y profundizado las
relaciones familiares, las relaciones con la Iglesia y el de-
seo de traer la liberación a los oprimidos y a la tierra.
Practicar el Sabbat también me ha revelado la inquietud
de nuestra sociedad digital y de consumo. De hecho, uno
de los mayores obstáculos para mi propio descanso sabá-
tico semanal era mi incapacidad para separarme de los
dispositivos digitales durante un período de veinticuatro
horas. Pasó algún tiempo antes de que me diera cuenta
de que para muchos (entre los que me incluyo) dejar
nuestro trabajo significa desconectarse del mundo digital
y reconectarse con los que nos rodean.
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