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288 LOS EVANGELIOS


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           La fe en la ciencia, uno de   citado, y por eso se manifiestan en él poderes milagrosos».  Otros
           los rasgos distintivos de   afirmaban: «Es Elías». Y otros: «Es un profeta como los antiguos».

        nuestro tiempo, trae consigo el   16  Pero Herodes, al oír todo esto, decía: «Este hombre es Juan, a quien
        que las imágenes sobre el Jesús
        histórico, tan cambiantes como   yo mandé decapitar y que ha resucitado».
        siempre, den forma a las
        opiniones de «la gente» y, al   El asesinato de Juan el Bautista (Mc 6,17-29)
        mismo tiempo, invocando la   17  Herodes, en efecto, había hecho arrestar y encarcelar a Juan a cau-
        reivindicación de la razón
        autónoma, obstruyan el acceso a   sa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe, con la que se había
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        la fe.              casado.  Porque Juan decía a Herodes: «No te es lícito tener a la mu-
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        PAPA BENEDICTO XVI, «Unterwegs   jer de tu hermano».  Herodías odiaba a Juan e intentaba matarlo,
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        zu Jesus Christus», 2003  pero no podía,  porque Herodes lo respetaba, sabiendo que era un
         Herodías se había   hombre justo y santo, y lo protegía. Cuando lo oía, quedaba perplejo,
        divorciado para casarse con   pero lo escuchaba con gusto.
        Herodes. Este escándalo se   21  Un día se presentó la ocasión favorable. Herodes festejaba su
        menciona no solamente en el
        Nuevo Testamento, sino   cumpleaños, ofreciendo un banquete a sus dignatarios, a sus ofi-
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        también en la historiografía   ciales y a los notables de Galilea.  La hija de Herodías salió a bai-
        judía de la Antigüedad.   lar, y agradó tanto a Herodes y a sus convidados, que el rey dijo a
                            la joven: «Pídeme lo que quieras y te lo daré».  Y le aseguró bajo
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            La muerte de Juan el   juramento: «Te daré cualquier cosa que me pidas, aunque sea la
            Bautista, precursor del   mitad de mi reino».  Ella fue a preguntar a su madre: «¿Qué debo
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        Salvador, manifiesta que la   pedirle?». «La cabeza de Juan el Bautista», respondió esta.  La jo-
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        existencia terrena no es un
        bien absoluto; es más   ven volvió rápidamente adonde estaba el rey y le hizo este pedido:
        importante la fidelidad a la   «Quiero que me traigas ahora mismo, sobre una bandeja, la cabeza
        palabra del Señor, aunque   de Juan el Bautista».  El rey se entristeció mucho, pero a causa de
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        pueda poner en peligro la vida.                                27
                            su juramento, y por los convidados, no quiso contrariarla.  Ense-
        PAPA JUAN PABLO II,   guida mandó a un guardia que trajera la cabeza de Juan.  El guar-
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        Evangelium vitae, 47
                            dia fue a la cárcel y le cortó la cabeza. Después la trajo sobre una
                            bandeja, la entregó a la joven y esta se la dio a su madre.  Cuando
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                            los discípulos de Juan lo supieron, fueron a recoger el cadáver y lo
                            sepultaron.
                            Un alto en el camino (Mc 6,30-33)
                             30  Los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que
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         Jesús hacía pausas: tiempo   habían hecho y enseñado.  Él les dijo: «Vengan ustedes solos a un
        para Dios, tiempo para sí mismo,   lugar desierto, para descansar un poco». Porque era tanta la gente
        tiempo para sus discípulos. Esos   que iba y venía, que no tenían tiempo ni para comer.  Entonces se
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        tiempos de pausa son
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        importantes: el domingo, un   fueron solos en la barca a un lugar desierto.  Al verlos partir, muchos
        tiempo para la oración, un   los reconocieron, y de todas las ciudades acudieron por tierra a aquel
        tiempo para la reflexión.  lugar y llegaron antes que ellos.
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