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290 LOS EVANGELIOS


                            La labor continúa (Mc 6,53-56)
           Invito a cada cristiano, en   53  Después de atravesar el lago, llegaron a Genesaret y atracaron allí.
           cualquier lugar y   54  Apenas de sembarcaron, la gente reconoció enseguida a Jesús,  y
                                                                          55
       situación en que se encuentre,   comenzaron a recorrer toda la región para llevar en camilla a los en-
       a renovar ahora mismo su
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       encuentro personal con   fermos, hasta el lugar donde sabían que él estaba.  En todas partes
       Jesucristo o, al menos, a tomar   donde entraba, pueblos, ciudades y poblados, ponían a los enfermos

       la decisión de dejarse   en las plazas y le rogaban que los dejara tocar tan solo los flecos de
       encontrar por Él, de intentarlo   su manto, y quienes lo tocaban quedaban curados.
       cada día sin descanso.
       PAPA FRANCISCO, Evangelii
       gaudium, 3           Una curación imposible (Mc 7,24-30)
                                24  Después Jesús partió de allí y fue a la región de Tiro. Entró en
         Tiro queda fuera de Galilea,   7una casa y no quiso que nadie lo supiera, pero no pudo perma-
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       en el actual Líbano.  necer oculto.  Enseguida una mujer cuya hija estaba poseída por un
                            espíritu impuro, oyó hablar de él y fue a postrarse a sus pies.  Esta
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                            mujer, que era pagana y de origen sirofenicio, le pidió que expulsara
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                            de su hija al demonio.  Él le respondió: «Deja que antes se sacien
                            los hijos; no está bien tomar el pan de los hijos para tirárselo a los

                                                      ¡Ay!
                                                  ¡Ay!  ¡Ay!
                                             ¡Ay!
                                            ¡Ay!
                                        ¡Ay!
                                         ¡Ay!
                                         ¡Ay!



         Jesús hace valer la
       prerrogativa de Israel: nada
       debe quitarse a los judíos   cachorros».  Pero ella le respondió: «Es verdad, Señor, pero los ca-
                                    28
       cuando él se dirige a los
       paganos.             chorros, debajo de la mesa, comen las migajas que dejan caer los hi-
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                            jos».  Entonces él le dijo: «A causa de lo que has dicho, puedes irte:
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                            el demonio ha salido de tu hija».  Ella regresó a su casa y encontró a
           Jesús permite negociar
           con él. Los argumentos   la niña acostada en la cama y liberada del demonio.
       de la mujer son convincentes.
                            Un milagro al borde del camino (Mc 7,31-37)
         La Decápolis («Diez   31  Cuando Jesús volvía de la región de Tiro, pasó por Sidón y fue ha-
       ciudades») es territorio pagano   cia el mar de Galilea, atravesando el territorio de la Decápolis.  En-
                                                                         32
       más allá del Jordán, en la   tonces le presentaron a un sordomudo y le pidieron que le impusiera
       actual Jordania.
                            las manos.  Jesús lo separó de la multitud y, llevándolo aparte, le pu-
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                                                                     34
                            so los dedos en las orejas y con su saliva le tocó la lengua.  Después,
         «Efatá» es una palabra   levantando los ojos al cielo, suspiró y le dijo: «Efatá», que signifi ca
       aramea, la lengua materna de   «Ábrete».  Y enseguida se abrieron sus oídos, se le soltó la lengua y
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       Jesús.
                            comenzó a hablar normalmente.
         Jesús no quiere que los   36  Jesús les mandó insistentemente que no dijeran nada a nadie, pe-
       hombres lo ovacionen demasiado   ro cuanto más insistía, ellos más lo proclamaban  y, en el colmo de
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       pronto: tiene todavía un largo   la admiración, decían: «Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos
       camino por delante. Pero el
       entusiasmo es incontenible.  y hablar a los mudos».
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