Page 20 - Libros de Caballerías 1879
P. 20

AMAD1S DE GAULA


         dar, razón es que lo tengamos nos en lo criar e ha-
         cer bien cuando tiempo será.
           La Reina dijo:
           —Yo    quiero que  sea mío,  si  os  pluguiere, en
         tanto que es de edad de servir mujeres; después
         será vuestro.
           El Rey se lo otorgó. Otro día de mañana se par-
         tieron de allí, llevando los donceles consigo, e fue-
         ron su camino. Pero dígoos de la Reina que facía
         criar al Doncel del Mar con tanto cuidado e honra
         como  si su  fijo propio fuese; mas  el trabajo que
         con  él tomaba no era vano, porque su ingenio era
         tal e condición tan noble, que muy mejor que otro
         ninguno, e más presto, todas las cosas aprendía. El
         amaba tanto caza e monte, que  si lo dejasen, nunca
         dello se apartara, tirando con su arco, cebando los
         canes. La Reina era tan agradada de como él ser-
         vía, que lo no dejaba quitar delante su presencia.
           Ocurrió entonces que yendo  el nuevo rey de  la
         Gran Bretaña. Lisuarte, navegando con gran flota
         para tomar posesión de sus estados, fué aportado en
         el reino de Escocia, donde con mucha honra del rey
         Languines recebido fué. Este Lisuarte traía consigo
         a Brisena, su mujer, e una hija que en ella hobo, que
         Oriana había nombre, de  fasta  diez años,  la más
         hermosa criatura que nunca se vio; tanto, que ésta
         fué  la que Sin-par se llamó, porque en su tiempo
         ninguna hobo que igual  le fuese; e porque de  la
         mar enojada andaba, acordó de la dejar allí, rogan-
                                16
   15   16   17   18   19   20   21   22   23   24   25