Page 50 - Libros de Caballerías 1879
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AMADÍS DE GAULA
Por mandato de su señora, después de haber ven-
cido y muerto en desafío, en defensa de una dueña
desamparada, a Dardan el Soberbio, uno de los ca-
balleros más fuertes de aquel reino, presentóse Ama-
dís en la Corte del rey Lisuarte. Mucho se maravilla-
ban todos de la gran fermosura de Amadís, e cómo
siendo tan mozo pudo vencer a Dardán, que tan es-
forzado era, que en toda la Gran Bretaña le temían.
El Rey quería que tan buen caballero no saliera de
su Corte; pero Amadís, aunque otra cosa no deseara,
no lo otorgó hasta que se lo pidió también la Reina,
y Oriana le hizo señas de que accediera a su deseo.
Dijo Amadís a la Reina y su hija:
—No seré de otro sino vuestro, e si al Rey en
algo sirviere, será como vuestro e no como suyo.
—Así vos recebimos yo e todas las otras —dijo
la Reina.
Luego lo envió decir al Rey, el cual fué muy ale-
gre, y envió un caballero que gelo trajese e así lo
fizo; e venido ante él, abrazándolo con gran amor,
le dijo:
—Amigo, agora soy muy alegre en haber acaba-
do esto que tanto deseaba, e cierto yo tengo gana
que de mí recibáis mercedes.
Amadís gelo tuvo en merced señalada. Desta ma-
nera que oís quedó Amadís en la casa del rey Lisuar-
te por mandado de su señora.
De allí a poco comenzaron a saberse las maravillo-
sas hazañas que venía realizando don Galaor por
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