Page 134 - Huasipungo - Jorge Icaza
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tia  que  asustando  a  la  mula  le  hizo  parar  J35
             las  orejas.  Pero  no . . .  Guardará  todo  y
             cuando  pase  el  b.ajo  precio  inundará  el
             mercado  de  la  Capital  aprovechando  el  ca-
             rretero.  En  este  momento  ;¡e  abrió  para  él  el ·ca-
             mino  en  un  abrazo  económico.  Por  primera  vez  lo
             sentía  suyo,  porque  suyo  era.  No  sólo  el  cul:'a  ha
             de  aprovechar  todos  sus  desvelos;  pobrecito  el  cu-
             ra;  tendrá  que  alquilarle  los  camiones.  Serán  diez,
             veinte  viajes.  Acometiole  un  desate  de  sentimentac
             lismo,  amó  sus  cosechas  que  ya  les  crefa  perdidas.
             Su  temperamento  emotivo  vibr6  en  un  amor  en-
             trañable para  el-cura,  par.a  el Jacinto, para el  tuer-
             to  Rodríguez,  para  los  hermanos  Ruata;  sin  po-
             der enumerar más personajes,  exclamó con los  bni-
             zos  abiertos  que  daba  espanto  verle:
              -Sí ...  Todos  son  nuestros  hermanos.
               Para  evitar  la  cursilería  de  las  lágrimas,  hosti-
             gó  a  la  mula  con  las  espuelas ;  el  pobre  animaluco
             sin  aqivinar  los  nobles  sentimientos  del  jinete  dió
             un  brinco  de  corcovo  y  se  alargó  en  una  carrera
             tendida  hasta  el  curato.






             H    u   A   S       p    u   N   G    o







                     Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo"
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