Page 133 - Huasipungo - Jorge Icaza
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J o R G E e A z A
punges arrasados, en los ·muertos, en las familias
hambrientas. Acomctiolc una gana de beber. El
p.atrón acababa de decirle que les dé más. Llamó
a todos y repartió buenas raciones de chicha y tra-
go, sintiendo al repartir el placer de una expia-
ción. El también bebió con gran sed mientras pen-
saba. ';Si, ahora tendrá que darles dos fanegas de
maíz, o dos fanegas de lo que sea, a cada uno".
Sin hallar el motivo afirmó en voz alta:
-Sí, tiene que darles dos. Debe ayudarles ne-
cesariamente.
De pronto le atacó un cosquilleo psíquico ...
Je ... je ... je ... "Sí, debe darles dos fanegas".
Se agrandaban los proyectos a medida. que don
Alfonso va pasando revista a las sementeras. Se
ve en posesión de una gran recolecta, de una de
esas cosechas que los amigos agricultores excla-
man: "la lotería". En presenciá de ese porvenir ha-
lagüeño, el terrateniente, se dejaba tentar por to-
das las formas de la avaricia. Hay que vender a
bue~ precio, es una lástima . que Jos chagras del
pueblo no tengan plata para comprarle .ahí mis-
mo todo. Además, como es época de recolecta; en
Quito también está el grano por los suelos.
Esperaría. No dejaría desperdiciar una opor-
tunidad tan brillante que. Dios le ha puesto
J34 en sus manos. Lanzó un suspiro de angus-
Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo"