Page 128 - Huasipungo - Jorge Icaza
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en San Diego donde la negra Ignacia. De- 129
be ser así, porque la Dolori tas que llega
casi todas las sem.anas donde los tait¡;ts, va
bien pintada y obsequia a ]a mama con
tres o cuatro sucres para que les dé de comer a
los guaguas. Nadie le habla de marido, ni tampo-
co de dónde saca la plata.
En una de aquellas visitas, cuando el Melchor
asustado de las habladurías del pueblo, exhortó a
la hija:
-Nu'es de que's'tes degenerándote así.
La hija contesta:
-¿Y qué querís que hagamos? Qucrís verme
morir de hambre? ... ¿ Querís verles morir de ham-
bre a los guaguas?
-No ... - balbucea. el chagra viejo sin atinar
la contestación que acabe con todas esas artima-
ñas de la hija, y, lleno de ira, continúa:
-No sois más que una puta, carajo.
Masca lo amargo de la verdad J.a hija y reac-
cionando contesta:
-Y usté ca . . . N o pasa de ser un borracho.
Un caraja que viene a comerse el pan de los gua-
guas sin trair nada. Maricón.
-¡Cara jo!- exclama el chagra queriendo abo-
fetear a la Dolores. Pero es un caraja seco, cor-
·tado por la indiferencia de todos los miembros de
.H u A r u N G o
Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo"