Page 137 - Huasipungo - Jorge Icaza
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¡ o R G E e ll .Z A
:do el paso del Andrés por la cuhita de la casa de
hacienda, donde desde. la ventana de la c§lcina a-
soma la cabeza un olor a pan caliente, un sabo-
reo de harturas que va a retorcer los estómagos
en ayunas.
-¡ Pindijadll 1
Apura el paso. Ojalá en la choza encuentre algo
de comer; pero no obstante, con esperanzas de e-
namorado que ha recibido desprecios, regresa a
mirar, una, varias vcceE. Es tan sabroso ese vien-
tecillo (!UC ':iene de la casa.
A la mañana siguiente, los indios van llegando
uno a uno al caserío. Se sientan en torno del pa-
tio y se ponen a esperar que don Alfonsito se le-
v¡¡.nte de la cama para mostrade los ruegos y los
desfallecimientos. Hast<>. la hora de la petición, ha~
blan en voz baja de los socorros de otros años,
como si quisieran convencerse de la fuerza de esa
costumbre a fuerza de recordarla.
Como el miedo campesino no quiso comprome-
ters':' para llevar la ofrenda hasta las narices del
patrón, fue recomendado el Policarpio para la ar-
dua t:orea de hablar.
Haciendo valer la comisión, el mayordomo,
entra y .sale en la casa esparciendo entre los
grnpos noticias alarmantes:
J38 -El patrón está así ...
Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo"