Page 155 - Huasipungo - Jorge Icaza
P. 155

J   o   R   G   E           e   A
                  '-Suelta,  caraja.
                  N o  era· vergüenza,  era odio,  era  dese¡¡peración  lo
                que  el  indio  sintió  al  arrojar  su  pequeño  robo  al
                fondo  del  hueco.  Dej,aron  caer  la  mortecina  que
                hizo  temblar  la  tierra.  Sólo  los  gallinazos  siguen
                poniendo  coronas  maniáticas  sobre  los  enterra-
                dores.










                 ,Acurrucados  en  un rincón el  Andrés  y  la Cunshi
                esperan  con  ansia  que  venga  la  noche  para  salir
                en  busca· de  algo  que  llene  la  mano  flaca  y  pedi-
                güeña  del  cachorro  que,  ahora.  se ·entl!etiene  en  a-
                vivar  el  fuego  mortecino  del fogón.
                  Cuando  la  noche  ha  cubierto  con  un  manto  ne-
                 1
                gro  la  tierra,  el  Andrés,  como  una  sombra,  se. le-
                varita  de  su  ocultamiento y murmur.a  muy  bajo  ¡¡'¡
                      oído  de  la  india,  para  que  no  oiga  el  gua-
                      gua  y  no  se  emperre  queriendo  seguirle:
                      -Esperarís  nu  más.  Ujalá  taita  Dios  ayu-
                J56  dando.








                      Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo"
   150   151   152   153   154   155   156   157   158   159   160