Page 158 - Huasipungo - Jorge Icaza
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La Cunshi le t•ecibe con una sonrisa, J59·
-sonris-as de preguntas- el guagua alela
el llanto, en el fogón las llamas se levan-
tan y abaten más nerviosamente, y; hasta el
perro, le interro¡ra con l2. cola.
El indio se alza el poncho, se desabrocha la co-
tona manchada p·or fuera de sangre, de sangre que
ha destilado ia presa robada. La india y el guagua
se sobrecogen de espanto creyendo que el Andrés
viene herido y que se desabrocha la cotona para
enseñarles su dolor, mas, el indio va despegando
de su carne y de la cotona un gran pedazo de car-
ne hedionda.
--Qué venís pes mishcando. Guañucta está ... ·-
comenta la india cogiendo la presa y, luego, sin
quitarle las queresas se pone a asarla a la bras.a.
Sentados en el suelo alrededor de la lumbre el'
Andrés, la Cunshi y el guagua, con los ojos pren-
didos en la carne que dora el fuego acrecentando
la fetidez, saborean la próxima hartura haciéndo-·
seles agua la boca. La Cunshi va volteando el
asado para evitar la chamusca y a cada volteo se
chupa los dedos poniendo fiebre de excitación en
los estómagos de hijo y padre. El perro, que siem-
pre se ha creído miembro íntimo de la familia,
imitando a los amos, también se sienta a esperar
su parte; con parpadeo continuo evita que la lum-
H u A p u N
Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo"