Page 166 - Huasipungo - Jorge Icaza
P. 166
El c.achorto · le recibe llorando, se le afe- J 67 )
rra a las piernas sin dejarle' entrar a la
choza, y le repite con grito lastimero:
-Mama ... Mama ...
En mita,d de la vivienda, la Cunshi se retuerce
con los ojos extravi'ádos, amoratada, con el cabe-
Jio revuelto en torno de los hombros que le da un
aspécto de posesa, casi desnuda. Debe ser el mal
que ha entrado en ella, debe ser el mal el que la
obliga a retorcerse así, el rnal que la estropeará
hasta matatla, piensa con espanto el Andrés; e im~
pulsado por un desangre ele domin·ios se tira sobre
la enferma, estrangulando los movimientos con to"
das las fuérzas de sus manos, atenazándola los
brazos y clavándola contra el suelo. La mujer lan-
z,a un grito remordido. Con el cabello desOrdena-
do; mordiendo el dolor que cruje entre los dien~
tes, se arquea, pero el indio que está alerta. claira
ese movimiento con la rodilla. Pasan unos minu"
tos de. paz en la lucha, después de los cuales, la
Cunshi' hace la última contorsión por zafarse d'el
peso que la aplasta, del peso que ha centrado to-
da la fuerza en una desesperante voluntad de ven-
cer. Postración, silen,cio ríg·ido. De·sesperado, el
Andrés, ante tanta inmovilidad,. se afana buscan~
do resistencias; centuplica la fuerza que c.ae gro-
seramente sobre carnes fofas, sobre cuerpo chirle,
H . U A S p u N . G o
Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo"