Page 177 - Huasipungo - Jorge Icaza
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o   R   G   E            e   A   z   A
                'eterna?  ¡Nada!  ¿Qué  son  quince  Stlcres  para  que
                las  ·almas  tengan  la  esperanza  de  salvarse? ·¡N a-
                <lci!
                  -Bueno  pes,  taiticú.  In primera  a  di  ser  di'n-
                terrar.
                  -Así me  gusta.  De  tí  no  se  podía  esperar  otr.a
                -contestación.
                  -c-Peru  taiticú . . .  Hacé  pes  caridad.
                  -¿Qué  te  rebaje?  Para  eso. tienes  las  del  cen-
                tro.  La  pobre. Cunshi  padecerá  un  poco  más  pero
                ;se  salvará,  s·e  salvará.
                  -Nu.,.  N u,  ribajar.  Que  hagáis  .al  fío,  taiticú.
                  -¿Eh?
                  -Fiá pes.  Yo  disquftando  in  trabaju,  in  lu  qui
                (quiera  pes  taiticú.  Si  quirís  ca;  disdi  cuatro  di
                mañana  venir  pes  a  disquitar  in  simbrado,  in  a-
                rado ...
                 --Uuuu.
                  "Entrar al  cielo. al fío ... Y  si no  me  paga  quien
                le  saca"- piensa  el  párroco  antes  de  atreverse  a
                ·<lar  una  contestación.
                 ' -N o· se  puede.  Eso  es  una  estupidez,  mezclar
                .las  burdas  transacciones  terrestres  con  una  cosa
                      celesti.al.  ¡Dios mio,  qué  es  lo que  oigo!
                     . Como  el  curá.  empezara  a  alzar  los  brazos
                      al  cielo,  el indio  le  suplicó apuradísimo :
                J7 8  -N u  taiticú.  N u  livanti)is  brazus.









                      Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo"
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