Page 58 - Huasipungo - Jorge Icaza
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~icoca. En tres años no se podía hacer más. fj!J
-Y el c.arretero, y los huasipungos, y todo ... ?
-Se hará después. Vuelves tú solo y em-
piezas los trabajos. Tienes para pagar parte de
las deudas y parte de los impuestos. Tus nego-
cios han ido bien en esta última temporada ..
De esta forma siguió hablando' doña Blanca tra ...
tando de convencer al marido. Estaba visto, lo que
ansiaba la jamona era volver. a la ciudad, volver a
las novenas de la Virgen de PomP.eya, a las joyas,
a J.as amigas, al padre U zciitegui ;~así se hizo; y a
la semana de. haberse saturado de vida capitalina,
y haber recibido nuevas ordenanzas del tío Julio
y compañía, el buen terrateniente custodiado por
dos indios y sobre la Negra se metía por la carre-
tera del Sur.
Después de media hora de caminata y cuando el.
sol se encaramaba en las jibas de la cordillera, la
ciudad era para él un recuerdo y las disposiciones
impartidas por los explotadores de la madera una
preocupación.
Entró al pueblo con la tarde; y la Juana, que en
ese momento ve~ía en el corredor chicha y trein-
taillno .a una docena de· indios sentados en el sue ..
lo, le recibió con un elé de sorpresa.
-Jacintooó. Ve, el señor está aquí. Y solitico
ha venido, no?
H u A S p u N G o
Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo"