Page 56 - Huasipungo - Jorge Icaza
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cias que le llevaban por 1as mañanas a la 57
cama la leche recién ordeñada? Empujó vio-
lentamente la puerta. Ahora sí que daba pi·
nos en 1<1 negrura de un cuarto saturado de
olor a dormitorio. Cuando la Cum;hi se enderezó
en el ierg6n acomodado a los pies ·de la cuna del
niñito y quiso pedir socorro, la voz del amo clavó
el grito. El hombre, tembloroso de ansiedad, palpa
destilando· lujurié'. la carne de la hembra. Todos
los sentidos se le concentraron en una sola for ..
rna: sexo. L.a Cunshi, llevada del primer impulso
instintivo quiso defenderse, pero tuvo que ·estrangu··
lar el propósito porque las manos ·que le estruja-
ban eran las manos· del hombre Dios, del homb:re
que todo lo podía en la comarca.
¡Gritar 1 ¿Para ser oída de quién? Del Andrés ... ?
Del guagua que duerme .a su lado ... ? Se le atra-
gantó un amargor en la garganta. Cerró _los ojo:>
y sintió que se le humedecía la nariz. Sin pronuu ..
ciar una sola palabra aguantó el peso del macho,
dejó hacer.
Al levantarse don Alfonso, dejando a la hembra
dolorida de 1;¡¡~ caderas, refunfuñó:
-¡ Oh 1 Qué asco 1 Son unas bestias, no le hacen
gozar a uno como es debido.· Se quedan inmóviles
como si fueran vacas muert~s. Está visto, es una
raza inferior.
H u A S . I p u N G o
Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo"