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El  planteamiento  del  problema  propone  la necesidad  de  reubicar la  re-
           lación  entre  la  sociedad  y  la  naturaleza  desde  el enfoque  crítico  al valor  y
           al  capital  como  regulador  de  la  vida  social,  y  por  ende  a  las relaciones  so-
           ciales  de  propiedad  capitalista  en  las  que  se  funda  en  la actualidad  la exis-
           tencia  del  valor.  Una  revisión  crítica  de  esa  relación,  nos  lleva  a  destacar
           como  predominante  el  valor  de  uso,  la forma  natural  del producto  del  tra-
           bajo,  como  base  para  las  relaciones  entre  los  hombres.  Encontrar  el  cami-
           no  que  permita  replantear  las relaciones  humanas  a través  de  la utilidad  del
           objeto,  significa  devolver  al  trabajo  su  carácter  específico,  humano,  pro-
           ductor  directo  de  cosas  útiles, cualitativamente  determinado,  y  en  función
           de  las  necesidades  sociales.
              Este  camino  conlleva una eubicación  de  la sociedad con la  naturaleza,
                                       r
           significa  relacionar  directamente  la  sociedad  humana  en  su  forma  natural
           con  la  naturaleza.  Significa  restablecer  la  armonía  rota  con  la  imposición
           del  valor, con  el  advenimiento  capitalismo,  como  sujeto  del proceso.  Pero
           este  retorno  a  la  naturaleza  como  simple  base material  para  la  producción
           directa  de  valores  de  uso,  para  la satisfacción  directa  de  necesidades  socia-
          les,  no  significa  una  vuelta  a  las  formas  primitivas en  las  que  la  naturaleza
          era  totalmente  determinante  sino  que  aprovechando  la  actual  capacidad
          productiva,  revalorizándola  y  redimensionándola,  pueda  construirse  un
          orden  social  más  armónico  con  el orden  natural  y la propia naturaleza  hu-
                                                            t
           mana.  Para  ello,  tarea que  requiere  de  un  proceso  de ransición,  la  revalori-
          zación  de  las  actuales  formas  y  dimensiones  productivas  existentes  deberá
          hacerse  desde  la  mira  de  jerarquizar  el valor  de  uso.  De prioritar los  aspec-
          tos  cualitativos  en  la  existencia  humana,  en  las  necesidades  sociales  y  en
          la  actividad  productiva  por  sobre  las  determinantes  cuantitativas  de  las
          mismas.
              Replantear  las  relaciones  sociales  de  producción  implica  no ólo  modi-
                                                                       s
          ficar  la  actual  estructura  de  la  propiedad,  también,  necesariamente  es  la
          modificación  de  la  estructura  de  gestión  social  y  política  de  las formas  ca
          pitalistas  autoritarias  y  verticalistas,  que  se corresponden  con  la  concentra-
          ción  de  la propiedad,  hacia  formas  más  democráticas  que  garanticen  una
                                                                  o
          real  expresión  de  los  intereses  y  necesidades  sociales  en la rganización  de
          la  producción.
              Sobre  esa  base  de  nuevas  relaciones  sociales,  deberán  replantearse  las
          relaciones  técnicas  de  producción.  Una sociedad  en la que  el trabajo  no  sea
          objeto  de  explotación,  en  laque  la naturaleza  no  sea  materia  para  objetivar
          valor,  la  técnica  necesariamente  deberá  modificarse. Pero ambién  es  claro
                                                                 t
          que  esa  nueva  técnica  surgirá  de  la experiencia acumulada  bajo  el capitalis-
          mo,  de  la uperación  crítica  y  dialéctica  a la misma.
                   s
              Ese  nuevo  orden  de  construir,  que  permita  a  la  humanidad  superar  el
          actual  trance  de  crisis,  cuyo camino  se  está  ya  recorriendo,  no  sólo  deberá
          contemplar,  según  creo,  los  aspectos  aquí  enunciados  sino que  más allá  de
          ellos  creará  una  nueva  racionalidad, en  la que  estos aspectos estarán  expre-
          sados.  A l igual  que  en  los siglos  X V I ,  X V I I  y  XVIII,  en  los que  la humani-
          dad,  siguiendo  los  pasos  de  Europa  Occidental rompe  con  el anciano  régi-
          men  feudal  y  abre  una  nueva  era,  en  las  próximas  décadas  se  avanzará  por
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