Page 143 - Como mariposas a la luz
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Buscando tu swing



                  Dicen los expertos que el golf es uno de los deportes técnicamente más  difíciles.

                  Argumentan que sólo en la ejecución de su movimiento básico, el swing, se mueven
                  y coordinan nada menos que 124 músculos. Incluso apuntan a que solamente lo

                  supera en dificultad técnica el salto con pértiga, que debe coordinar 5 músculos más.



                  Y  según  vendedores  expertos,  y  gurús  varios  de  la  venta,  ésta  es  una  de  las
                  profesiones más difíciles comparado con otras, tiene muchas dificultades añadidas,

                  que  se  escapan  de  la  capacidad  de  acción  del  propio  vendedor.  Por  lo  tanto,

                  establecer paralelismos entre ambos, tiene sentido, e incluso se encuentra sentido a

                  que muchos vendedores, se sientan tentados a retar a este deporte, como un día, se
                  sintieron tentados a retarse a ellos mismos, eligiendo una difícil profesión.



                  Tanto  los  que  hemos  jugado  al  Golf,  como  los  neófitos,  conocen  la  expresión
                  “ha perdido el Swing”. Y se refieren a un hecho tan simple y tan común por el que

                  pasan  prácticamente todos  los  jugadores,  por  buenos  que  sean,  de  que a  pesar

                  de saber perfectamente que hacer, y haberlo hecho miles de veces… De golpe y sin
                  causa, como si una luz se apagara, dejas de mandar la bola con una suavidad y

                  precisión envidiable, para pasar a “golpear con furia ciega” sin dirección ni criterio,

                  cambiando incluso el sonido con el que el palo cruza el viento. Algo, en esos 124

                  movimientos  coordinados  ha  cambiado,  aunque  sea  uno  solo,  que  hace  que
                  el resultado  final,  sea  completamente  diferente.  Una  pequeña  diferencia  que,

                  multiplicada por el espacio, y la fuerza, hace que todo, sea absolutamente diferente…

                  ¿El efecto mariposa?

                  Y a partir de ahí, para el jugador algo de lo que disfrutaba pasa a ser algo con lo
                  que sufre, no encuentra explicación a lo que le sucede, y entra en un círculo diabólico

                  que le lleva a pensar en dejarlo. ¡Y ahí es cuando se produce otro paralelismo con la

                  profesión de vendedor!


                  El vendedor, para ejercer su Swing, necesita coordinar tantas aptitude sumadas a

                  actitudes y gestión de emociones propias y extrañas, aderezadas con condiciones
                  externas que ayuden, que a veces, con sólo un pequeño cambio, que él no perciba,
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