Page 157 - Como mariposas a la luz
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Papá quiero ser vendedor
Hace años, seguramente aun hoy, esta expresión soltada a modo de sorpresa
traidora para evitar reacciones, escondía en sí misma un mundo de motivaciones
preguntas y dudas. Debajo de esa repentina vocación se escondía, muchas veces,
una huida hacia adelante ante el empuje arrollador de los ejércitos de la derrota
estudiantil, y el acoso agobiante de unos padres que llevaba directo al abismo del
trabajo sin posibilidad de escape. Te convencías a ti mismo y a cualquiera que
preguntara con la original respuesta, que martilleaba tu cerebro, ¡como si ya la
hubieras oído! “yo valgo para esto, porque me gusta la gente y estar con ella”
Y armado de fuertes piernas, una mochila enorme de ilusión y la desvergüenza del
que no sabe, te lanzabas a un mundo desconocido camino de la tierra prometida, con
promesas de dinero fácil, hoteles lujosos y comidas copiosas. Los días ponían
negro sobre blanco los meses lo revestían de realidad y el tiempo en definitiva iba
fundiendo ilusiones y quimeras. Muchos cayeron por el camino, desistieron, y jamás
vieron esa tierra, otros siguen en la brecha, pero ni se acercaron a la misma, porque
para ello había que vencer y hoy solo sobreviven en la selva del NO, y armados solo
con su necesidad, pues el armamento de salida, ¡ya se gastó hace tiempo! Y otros
pocos, muy pocos, los elegidos… En ese duro camino descubrieron que tras esa
mentira, esa que les hizo huir hacia adelante, estaba su vocación escondida. Esos
pocos que entendieron el poder que se escondía tras la palabra vendedor… Alguien
capaz de vender, de convencer, ¡y por lo tanto de influir! Vieron, con asombro que
nada es simple, solo los ojos que lo miran. O el cerebro que lo interpreta.
Y que mientras otros se limitaban a entender esto como un simple intercambio de
mercancías y dedicaban su vida a un ir y venir en la búsqueda de clientes
“interesados”… Ellos descubrieron que todo era más profundo que si te entrenas,
aprendes, practicas el arte de convencer… Jamás necesitaras un producto que vender
porque el producto, ¡serás tú!
Hoy ellos, muy pocos, saben que ser vendedor lejos de lo que en principio creían, es
un estatus al alcance de pocos que solo se alcanza con muchos años de práctica y
aprendizaje, y que solo eres vendedor de verdad, ¡cuando no necesitas producto que