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PENTATEUCO
vivos al Seol (16:33), indicando que llegaron en forma corporal al lugar subterráneo donde residían los espíritus de los muertos. Significa que fueron sepultados vivos (16:32). Los “hombres de Coré” que fueron tragados por la tierra, probablemente sean los siervos de Coré; no sus hijos; pues Números 26:11 dice: más los hijos de Coré no murieron. Muchos israelitas culparon a Moisés por este horrible suceso; pero Jehová intervino para enseñarles a respetar a sus siervos y el triste resultado fue que 14,700 personas murieron de una plaga. Aarón intercedió por ellos como mediador, al ponerse “entre los muertos y los vivos y cesó la mortandad” (16:48).
Al perdonar la vida de los hijos de Coré se demostró la misericordia de Dios. Aunque fueron excluidos del sacerdocio, los descendientes de Coré llegaron a ocupar puestos de honor en el servicio del santuario. También se le atribuyen varios Salmos a los hijos de Coré.
Los privilegios del Sacerdocio (Números 17-18)
Aunque Dios ya había dicho que solo la familia de Aarón y sus descendientes servirían como sacerdotes (16:40), dio a Israel prueba adicional de la superioridad en asuntos religiosos a la tribu de Leví y de la familia de Aarón: La vara de Aarón reverdeció.
La vara era tenida por símbolo de autoridad y preeminencia, era un cetro. Puesto que la vara no podía reverdecer por sí sola, la prueba demostró que el sacerdocio de Aarón no se basaba sobre sus dones naturales sino sobre la elección divina.
La vara fue colocada en el Tabernáculo para recordar a los israelitas continuamente que la voluntad de Dios es soberana en cuanto al sacerdocio.
Además de ser aprobados por Dios, los sacerdotes tenían bajo su responsabilidad todo lo que había en el templo, las ofrendas y los diezmos. En cuanto al sostenimiento de los sacerdotes y levitas, Dios ordenó que ellos pudieran tomar parte de los sacrificios de animales y de oblación para comer ellos y sus familias.
También podían tomar de los diezmos y ofrendas; sin embargo, tenían la obligación de dar el diezmo de los diezmos como ofrenda de Jehová al sacerdote Aarón (Números 18:25-29).
La purificación del campamento (Números 19)
Puesto que una multitud de personas murieron por la rebelión de Coré, y con los
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