Page 49 - La Rebelión de los Bolsillos Rotos

La Rebelión de los Bolsillos Rotos

recordar que, si compras algo que no necesitas, aunque esté
barato, ya salió caro. En esta línea de control de gastos, los
investigadores del comportamiento del consumidor reco-
miendan no ir al supermercado cuando se tiene hambre, de-
bido a que el apetito puede activar conductas relacionadas
con la adquisición de productos, el hambre y la compra ra-
cional no parecen llevarse bien.

Hay una práctica común en las personas cuando salen de
compras y ven un gran letrero en la vitrina de una tienda que
dice promoción. Esa palabra pareciera que tiene un imán y
un efecto en las personas semejante a lo que producía la me-
lodía que tocaba el flautista de Hamelín. Las personas al mo-
mento de comprar son mucho más irracionales de lo que se
cree y, aunque se digan en sus adentros que no van a comprar
nada, al entrar a la tienda en promoción, salen con bolsas de
productos que pagaron con tarjeta de crédito o a través de un
crédito que la tienda les otorgó. Es precisamente este tipo de
malos hábitos, junto con los gastos hormigas, los que llevan
a las personas a afirmar que no ahorran porque no les al-
canza.

Esto que se propone puede parecer poco para los que bus-
can acrecentar cuánticamente sus finanzas o van detrás de
una mayor rapidez en los resultados, a lo que puedo respon-
der: Sé que hay muchos conceptos modernos y otros no tanto
que buscan apoyar a las familias para que salgan del circulo
vicioso de las deudas, como la carrera de la rata, al igual

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