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los mártires descansaran en sitios especiales.        para el homenaje. Recuerdo bien que fuimos
         Son las dos únicas tumbas en todo el campo            a La Prensa Gráfica y nos tomaron la foto, el
         santo que nadie puede tocar. Pues, allí reposan       periodista me pedía que bajara la vista y posara
         dos valientes.                                        mis ojos sobre el periódico, pero yo quería ver
           María Teresa Jacobo y María Luisa Pérez,            sólo la cámara”, refiere con nostalgia.
         madres de los niños, recibieron ayuda material          Sobre Saúl, el otro héroe, su madre María
         y espiritual de personas y escuelas. Carlos B.        Luisa Pérez, con el tiempo se fue del pueblo.
         Pohl animador de un programa de televisión,           Quienes la vieron por última vez recuerdan que
         llamado  “Arriba Corazones” anunció que               no pudo superar su pena. Para ella el pueblo, sus
         ayudaría a las familias de los dos escolares.         calles y su gente, no hacían más que recordarle
           Luego vendría un reconocimiento sim-                a su hijo. Ni el paso de los años, que “todo lo
         bólico: un obelisco en una esquina del atrio          borra”, pudo con el recuerdo. Se fue para Gua-
         de la iglesia, frente al parque. Se formó un          temala. Nunca más se supo de ella. La tumba
         comité pro-monumento de los niños héroes.             abandonada del héroe sigue allí, a la espera que
         Los donativos llegaron de todas partes. Las           madre e hijo se vuelvan a encontrar algún día.
         escuelas de Izalco “Atlacat” y “Salomón D.              Fausto Cristales ya no existe. Solo fue alguien
         González” y “Republica de Perú” en San Sal-           de pasó por Armenia. Pero al derribar el obe-
         vador, se involucraron en la colecta.                 lisco de los niños héroes, apagó la antorcha
           Por su heroísmo sus compañeros de Sexto             que debió permanecer encendida en los cora-
         Grado de la Escuela Juan José Solórzano, bau-         zones de las generaciones presentes y futuras.
         tizaron el salón de clase con un rótulo empo-         Lo trágico es que nadie en el pueblo se opuso
         trado a la entrada que decía: “SEXTO GRADO            ni denunció aquella demolición de la memoria
         NIÑOS HEROES DE ARMENIA LUIS ALONSO                   histórica.
         JACOBO Y SAUL OVIDIO NAVAS”.                            Pero, todavía queda una pregunta: ¿Qué
           El alcalde de esa época, Rafael Cortez Torres       fue de la denominación en la Escuela Juan José
         y el Dr. Manuel Rugliancich, de Pro Infancia,         Solórzano?, “SEXTO GRADO NIÑOS HEROES
         señalaron el sitio donde se levantaría el mon-        DE ARMENIA LUIS ALONSO JACOBO Y SAUL
         umento.                                               OVIDIO NAVAS”. ¿Continúa el rótulo engala-
           Adrián Roberto Aldana, periodista de La             nando esa aula? o ¿corrió la misma suerte del
         Prensa Gráfica, donó el monumento. El escul-          monumento que una vez estuvo en el atrio de
         tor Héctor Mena, plasmó como evocación del            la iglesia?
         heroísmo a dos ángeles, uno de ellos lleva en
         los brazos al otro. Por años ese símbolo del
         heroísmo dominó desde lo alto del atrio de la
         iglesia.
           La prensa nacional, convirtió el acto de
         valentía en un acontecimiento relevante.
         Cubrió sus páginas con gráficas y hechos de
         todos los eventos. En uno de los retratos pub-
         licados se ve a las madres de los mártires, en
         medio de ellas aparece el niño de ocho años,
         Miguel Jacobo, mientras observa el periódico.
           Miguel, 55 años más tarde, al ver la foto dijo:
         “Yo no sentía nada, era un niño y apenas com-
         prendía algunas cosas”. Al ver nuevamente la
         imagen después de tantos años, donde él apa-
         rece junto a las madres, recuerda, “nos llama-
         ron a ver los actos que se estaban preparando


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