Page 51 - TFM MAES CELIA MURILLO
P. 51
5) Análisis y valoración de los conocimientos adquiridos en la
práctica
El primer día que crucé la puerta del I.E.S Carlos Haya llevaba mi mochila repleta de
teoría, recuerdos de cuando era alumna, miedos y muchísimas ganas. Se trataba de
aprender a enseñar, pero ahora -después de dos módulos teóricos-, con alumnos. Esta
parte práctica del MAES ha sido la más bonita y enriquecedora para mí.
No hicieron falta muchos días de observación para comprobar que mi tutor profesional
era un referente para sus alumnos, lo admiraban. Su metodología era tradicional: clases
magistrales, alumnos receptores de información, peso de la evaluación en dos pruebas
escritas al trimestre y escaso trabajo en grupo o con nuevas tecnologías. Alejada de toda
innovación, y con aspectos que podrían mejorar, su enseñanza funcionaba, los alumnos
aprendían, quedaban impactados por los relatos del profesor y sentían curiosidad. Con
ello descubrí que más que el método, lo que importa en educación son las personas.
Explicaba mi tutor que su profesión era algo de sentidos, sentidos que se despertaban con
la práctica, y que le permitían con solo abrir la puerta del aula intuir lo que pasaba dentro.
He aquí otro conocimiento adquirido, la importancia de abrir todos los sentidos para saber
atender al alumnado. Durante sus clases se podían palpar: sentido del humor, sentido
común, las miradas de cariño, preocupación, y, sobre todo, mucho oído, escuchar a los
alumnos para estar al tanto de sus necesidades.
Todo ello me lleva a recordar el acto inaugural del MAES, precisamente muy centrado
en el teatro como extraordinario instrumento pedagógico, en el que el profesor Luis
Núñez Cubero dijo las siguientes palabras: “En una educación de calidad es necesario
tejer vínculos. Para ello se necesita comunicación”. He podido corroborar en este periodo
que educar es comunicar. El buen docente tiene que ser un buen comunicador, tiene que
crear un ambiente de familiaridad y de estrategias previstas para conseguir toda
comunicación en el aula, porque precisamente el eje vertebrador de nuestra materia es la
competencia en comunicación lingüística. Por otro lado, hasta ahora no había caído en la
importancia que tiene conseguir que los alumnos tomen conciencia del lenguaje y de la
mucha práctica que esto necesita. Enseñar el lenguaje va más allá de sintagmas, sujetos y
predicados. El lenguaje es la herramienta física que construye quienes somos, que puede
cambiarnos y a nuestra sociedad también. Dialogar, debatir, llegar a acuerdos, expresar
51