Page 76 - Cuentos para Triunfar
P. 76

6º) Lea y visualice su proyecto, todos los días.


                                            El sermón del cura


                  Un  curita  nuevo  llegó  al  poblado  de  escasos  quinientos  habitantes,  para
                  reemplazar  al  sacerdote  que  había  estado  sirviendo  a  la  comunidad  durante
                  casi cincuenta años, y que por razones de salud ya no podía llevar adelante tan
                  delicada y exigente tarea.
                      El  primer  domingo  a  la  llegada,  gran  parte  de  la  comunidad  se  arrimó
                  hasta la capillita para despedir al amigo sacerdote; y de paso, para escuchar
                  que tal era este cura nuevo que le habían mandado.
                      Como  para  persuadir  a  la  comunidad  de  sus  dotes  de  orador,  el  joven
                  religiosos se despacho con un sermón de esos como para hacer historia.
                      Y  así  fue.  La  comunidad  allí  presente  quedó  encantada  con  el  nuevo
                  clérigo y como era de esperar, no tardó en correr la noticia de lo maravillosa
                  que fue la homilía.
                      La cuestión es que al domingo siguiente, una gran cantidad de gente se
                  congregó en la capilla. Estaban los que habían presenciado la misa el domingo
                  anterior,  más  otros  tantos  que  fueron  "invitados"  para  que  escucharan  y
                  apreciaran las habilidades retóricas del curita nuevo.
                      Para sorpresa de "los veteranos", el sermón fue exactamente el mismo que
                  dijera el sacerdote el domingo anterior.
                      -  De todos modos es tan bueno, que vale la pena escucharlo de nuevo –
                          comentaron algunos.
                      -  Será que ahora vino más gente, y no quiere que los ausentes al primer
                          sermón queden sin escucharlo – comentaron otros...
                      Lo cierto es que llegó el tercer domingo. Nuevamente la gente se agolpó
                  en la capilla, hasta la puerta; pues habían venido muchas personas de la región
                  a escuchar las maravillas de este cura.
                      Y nuevamente el mismo sermón; que gustó a los nuevos, sorprendió a los
                  que iban por segunda vez, y aburrió a los que fueron por tercera.
                      Habían pasado ya dos meses, y el joven sacerdote continuaba pregonando
                  el mismo y calcado sermón. En el poblado todo el mundo comentaba sobre
                  este acontecimiento y fue así que comenzaron a sospechar de las habilidades
                  del religioso.
                      La  liga  de  vecinos  se  reunió  y  decidió  visitar  al  cura  para  pedirle
                  explicaciones:
                      -  Díganos padre, acaso es el único sermón que Usted sabe?
   71   72   73   74   75   76   77   78   79   80   81