Page 27 - El gran capitán

- ¿Lo entiendes, Flami? Mira te voy a enseñar lo que hicieron. Voy a cerrar la puerta de la habitación y poner los zapatos para que nadie pueda entrar en nuestro castillo. Ni Pablo, ni mamá, ni papá, ni nadie. Solo tú y yo.
- ¡Mamá!!! Natalia se ha cerrado la puerta. Tú nos has dicho que siempre con la puerta abierta. ¿Se la abro?
- ¡Mamá!!! Pablo no está haciendo los deberes. Está cotilleando y escuchando lo que hago.
- Tranquilos. A ver, ¿qué pasa? Pablo a tu cuarto y tu, Natalia....
En ese momento, mamá abrió la puerta del cuarto de Natalia y los zapatos se le cayeron en la cabeza. ¡Cataplof, plof plof! Natalia comenzó a reírse. Pablo apareció rápidamente. El plan había funcionado.
- ¡Choca esa mano, Flami! Jo, otra vez que me olvido que no tienes brazos. No importa. Dame un gran abrazo, Flami. Nosotros también somos superamigos, un superequipo como Manos Amigas.
- Y ahora, ¿qué hacemos, Natalia? preguntó su mamá.
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Después de hablar idearon un plan. Eran un plan en equipo. Primero tenían que ir al salón a coger todos los cojines. Después tenían que ir a la habitación de los primos y tirar a la vez todos los cojines. Y al final, mientras uno daba almohadazos el otro recuperaba la mascota.
Así lo hicieron. Fue tal la sorpresa para sus primos que lograron recuperar la mascota. Volvieron muy felices a su habitación. Habían hecho un gran trabajo de equipo. Los dos se habían ayudado y protegido.
Ahora tenían que idear otro plan para que sus primos no volvieran a entrar en la habitación. La solución fue bien divertida. Decidieron dejar la puerta un poco abierta y poner los zapatos encima de la hoja de la puerta apoyados en la pared. Así, si alguien quisiera entrar se le caerían los zapatos en la cabeza. Así lo hicieron.
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