Page 28 - El gran capitán
P. 28
12.- Una partida más
26
Mientras Natalia preparaba la habitación Pablo se puso a jugar a la Play. Tenía un partida a la mitad y quería seguir avanzando.
- Pablo, cariño, te estamos esperando.
- Ya voy, mamá.
Pero el tiempo fue pasando y Pablo no fue. Pablo estaba tan metido en el juego que se olvidó del tiempo y de que le estaban esperando.
Su madre, sin decir nada, contó la historia a Natalia. Las dos chicas estuvieron jugando y riendo. Pablo seguía abducido por la pantalla. Al rato apareció Pablo en la habitación.
- ¡He ganado, he ganado!
- ¿Sabes qué hora es? ¿Sabes cuánto tiempo he estado jugando?
- 5 minutos, respondió Pablo.
- De eso nada monada. Casi una hora. Yo ya estaba desesperada. Hemos contado una historia, hemos jugado a Virus, hemos estado hablando de todo.
- Perdón, dijo Pablo con cara triste, quería terminar la partida.
- Tú sabrás, lo que quieres y lo que prefieres: disfrutar de la familia o estar pegado a un mando. Tú decides. Ser una persona vacía por dentro o ser una gran persona.
- Perdón, repitió Pablo con la cabeza agachada.
- Vamos a hacer una cosa. Escucha esta historia.
Había una vez un señor llamado “Pies Fuertes”. Pies Fuerte fue mandado a unos países muy lejanos a ayudar a las personas enfermas.
Cuando había un enfermo, fuera de día o de noche, estuviera cerca o lejos, iba a su casa. En aquella época tenía que desplazarse andando o a caballo. Y a veces tardaba más de tres horas en llegar.
Después de varios años de trabajo, con mucho esfuerzo, trabajo y constancia podía presumir y estar muy orgulloso de su trabajo. Vencer las comodidades y los miedos no es fácil pero él lo logró.
- Ya sé, mamá. Tengo que mejorar.
- Pablo, ¿te acuerdas de cuando íbamos a natación?
- Calla, mamá. No me lo recuerdes. Para mí era un martirio.
- ¿Te acuerdas que nos decías para ti era un castigo? ¿Y ahora qué piensas?
- Ahora veo que no era para tanto y saber nadar es bueno. Cuando estoy con mis amigos en la piscina me alegro mucho de saber nadar mejor que ellos.
- Pues, eso.
- Mamá, a mí me gustaba mucho la natación. Empecé en la piscina pequeña pero rápidamente me pasaron a la grande, dijo Natalia.