Page 14 - Nuestras Guerras
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escuché decir sus poemas. “Mirada azul de Ximeno, / en cara de niño bueno / mirada de azul acero...” Creo que así era. Ay, la memoria. ¿Conoces la poesía de Pedro Garfias?
PABLO. No. Nada he oído de él.
MANOLO. Militaba en el Quinto Regimiento. (Pausa) Toda la historia de la posguerra aquí, la del exilio que a mí me tocó conocer, se desconoce allá.
PABLO. Yo no soy un hombre especialmente culto. He leído más que otros de mi oficio, pero...
MANOLO. Pues claro que lo eres. No se necesita ir a la universidad para ser culto. No eres tú. Es el problema de nuestras historias perdidas, de la guerra y las posguerras. (Pausa) Pero de León Felipe sí has leído, ¿no?
PABLO. Sí, de León Felipe, sí. Hasta una calle tiene. No todo lo del exilio se ha borrado. Está también Cernuda y la vuelta de Alberti. Hasta Bergamín lo conozco por sus líos con la ETA. Pero tampoco los he leído más allá de algún poema, de alguna cita. Fuera de Alberti, claro.
MANOLO. A León Felipe me llevó a conocerlo mi papá. A su casa de Miguel Schultz, y a un café que estaba varias cuadras más allá y se llamaba Sorrento. Ese café se cayó con el terremoto. ¿Supiste del terremoto?
PABLO. Hombre, claro, si de eso se supo en todo el mundo.
MANOLO. Pues cuando murió León, precisamente en el 68, estaba yo en España. Cuando los conocí a ustedes. A su muerte pusieron una placa en el Sorrento. Fue de lo poco que quedó entre las ruinas de aquellos edificios. Una placa de bronce retorcida que había señalado ese lugar, un rincón del café Sorrento, como la peña de León Felipe. El viejo profeta del exilio. El español del éxodo y del llanto.
PABLO. Sí, de él es aquello de que Franco se quedaba con España pero con él se iba la canción. ¿A que sí?
MANOLO. Algo así. No recuerdo exactamente, pero ésa era la idea. Hablaba de cómo los poetas que no murieron en la guerra o fueron asesinados, salieron al exilio. Era, claro, una metáfora. Exageraba. Vaya que ha habido música propia de las izquierdas en España. Hasta con su letra.
PABLO. Pues no lo sé. En España se cantó mucho, pero, sí, perdimos a los mejores. No sabes cómo quisiera recuperar esas voces . Pero a mi edad.