Page 246 - Proyectos de Español 3 - Secundaria
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 Por eso, es importante reflexionar de manera individual y discutir con los otros lectores para compartir las interpretaciones de un cuento o un poema, de alentar la curiosidad y la interpretación crítica, de hacer entender que en cualquier texto literario hay algo que depende del lector. De ese modo, tie- ne sentido exponer, argumentar, anotar, debatir, contradecir, parafrasear, relacionar, citar, redactar, releer, rastrear una etimología, analizar una frase o examinar una estructura literaria.
Un camino efectivo para acercarse al texto es conversar acerca de la lec- tura que se está realizando o ya se efectuó. Si consideramos que la lectura es un medio para el entendimiento de la vida, y no sólo de los textos, nada mejor que conversar: preguntar, argumentar, razonar sobre ciertas palabras o episodios que han llamado la atención, esto ayudará a la elaboración de significados. Conversar es así una forma compartida y segura de compren- der mejor un texto.
La conversación colectiva exige estar atento todo el tiempo. Platicar sobre las distintas lecturas que se han dado a un texto no confunde a cada lector, sino que por el contrario enriquece y aclara la realizada por cada persona.
Cuando discutimos manifestamos múltiples puntos de vista y modifica- mos los propios si llega el caso, además facilita la buena relación entre los participantes y da oportunidad de expresarse con más fluidez y complejidad que si se tratara sólo de responder a preguntas. Esta actividad es especial- mente necesaria para la comprensión de textos literarios. Por eso, debería de ser una costumbre. Lo prioritario es que todos utilicen sus capacidades para argumentar, rebatir, ejemplificar, sintetizar, matizar y concluir.
De este modo, es posible lograr un equilibrio respetuoso entre la inter- pretación individual y la interpretación colectiva, entre las opiniones de cada lector y las del grupo porque la lectura grupal de un texto será siempre más compleja y profunda que cualquiera individual.
Lo fundamental es conseguir una relación viva e íntima de los lectores con los textos. Para que la lectura sea un suceso absolutamente perso- nal cada quien debe recibir el texto con sus ideas, su sensibilidad, sus experiencias vitales, sus expectativas, sus antipatías y sus afi- ciones. La experiencia literaria, a diferencia de otras experiencias vitales, permite una mayor variedad de respuestas y juicios, pero sólo si el lector adquiere conciencia crítica de sus prejuicios y sus carencias. Y eso se logra cuando expresa ante los demás su lectu- ra, es decir, si se expone ante los demás. El debate es una forma de comprender el texto, pero también una forma de comprender a los otros y comprenderse a sí mismo. Para leer mejor, conviene releer como medio de extender y refinar el sentido de un texto.
Una de las estrategias para que compartas las lecturas es la realización de tertulias, encuentros abiertos también para los padres de familia, cuya participación está sujeta a los mismos
requisitos que se exige a los estudiantes: leer el libro corres- pondiente y seleccionar algún pasaje que se considere intere- sante para comentarlo públicamente. Leer y discutir un libro junto a sus hijos y compañeros resulta para muchos de ellos una experiencia profundamente reveladora. Y también para
los alumnos, que tienen la oportunidad de escuchar los razo- namientos de los adultos.
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